Hay quien considera que septiembre es realmente el inicio de año. Y algo de razón hay en esa afirmación, pues es cuando a falta de apenas tres meses para cerrar el año puedes hacer balance de lo vivido, de las metas conseguidas y de lo que te queda por alcanzar antes de cerrar el ciclo. Para muchos existe la sensación generalizada de que ha sido (y está siendo) una temporada atípica, con parece que menos gente, pues se ha podido encontrar mesa para cenar en muchas noches de verano cuando antes tenías que reservar, ha abierto una nueva discoteca que capta la atención mundial de los amantes de la música electrónica y se ha puesto en marcha por primera vez en Ibiza la limitación de entrada de vehículos, que le pese a quien le pese sí que se ha notado en menos atascos, entre otros ejemplos. Con septiembre llega el momento de empezar a aminorar la marcha y reflexionar sobre qué ha pasado y en qué punto estamos. Parece que el llamado ‘efecto champán’ tras el covid, esa especie de burbuja en la que estábamos en Ibiza tras la pandemia porque todo el mundo ansiaba por pasar vacaciones aquí después del encierro obligatorio, se está desinflando. Y es que la capacidad adquisitiva del bolsillo medio se resiente cada vez más y eso se está notando a la hora de pasar vacaciones: se acortan días de estancia, se paga hotel o apartamento (hay quien incluso duerme en la playa o el aeropuerto), pero se come más de supermercado porque se quiere ir a una o dos discotecas en dos o tres días. Y no es sólo cosa del turismo de ocio o juvenil: quien viene de relax a las playas también mira cada vez más en qué gasta cada céntimo. En el horizonte para los próximos meses de otoño e invierno queda el debate de si los precios en Ibiza (y Formentera) han tocado techo o no porque algunos síntomas de ello sí que se están dando este verano.
Opinión
Septiembre y reflexión
Septiembre y reflexión | Foto: Pixabay
María José Real | Ibiza |