«No os vais a creer lo que me ha pasado esta mañana», decía Robe. Y no, aún no nos creemos que te hayas ido. Robe Iniesta, líder de Extremoduro, ha fallecido este miércoles tras estar varios días ingresado en un hospital extremeño. Poco se sabe de qué ha pasado pero eso ya da igual porque lo durísimo es que él ya no está.
A mediados de los 90 mi hermano Augusto me intentaba convencer de lo grande que era Robe. «Es un poeta», me decía. «Es un macarra», le respondía yo. «Es un filósofo», insistía. «Es un yonki», afirmaba yo cargada de soberbia. Pero al final accedí a escuchar Agila. Y después Deltoya. Confieso que tuve que rendirme. Me pasé todo un verano bailando al son de So Payaso y reí a carcajadas con aquello de Me estoy quitando. Con los años, Robe fue escribiendo letras que marcaron mi vida, como le sucedió a los miles de personas que este miércoles se han levantado llorando por su muerte.
Es muy complicado quedarse con solo una de sus canciones porque casi todas ellas son pequeñas cápsulas que te llevan a la reflexión. Pero, si he de hacerlo, me quedo con Si te vas. Seguramente, una de las mejores canciones de amor.
En 2014 recibió la Medalla de Extremadura y una década más tarde España lo reconoció con la Medalla al Mérito en las Bellas Artes. Pero Robe estaba por encima de todo eso. Un canutito y pa’lante. Solo pidió una cosa: más salas de ensayo, más espacios para la escritura, más lugares para la creatividad. Hoy que en Ibiza hemos perdido un espacio tan emblemático para la música como el Teatro Ibiza, su petición debería retumbar por toda la isla.
«No os vais a creer lo que me ha pasado esta mañana», decía. Y no, aún no nos lo creemos. Tardaremos en hacerlo. Pero, mientras tanto, vamos intentar amar, amar y ensanchar el alma. Gracias por tanto, Robe.