Más allá de las disputas políticas la realidad es que Vila es una ciudad que tiene muchos problemas y, lejos de resolverse, se agravan. Es lo que dicen los empresarios de Dalt Vila, que lamentan la situación que están viviendo por la inacción del gobierno que dirige Rafa Ruiz, más preocupado en atacar a los que no piensan como ellos que en dar solución a problemas como la falta de seguridad, obras en pleno verano, ratas o cucharachas. La segunda ciudad más importante de Balears merece otro tipo de gestión.
Impuestos, insolidaridad y el mal uso del dinero público
Cada vez que se habla de bajar impuestos la izquierda señala que es imprescindible mantenerlos o incluso aumentarlos para sostener servicios como la sanidad o la educación. Y es cierto, pero cuando se hacen públicas sentencias como la de los ERE de Andalucía, donde se pone en cuestión el uso de casi 700 millones de dinero público, sería preciso que los políticos también reflexionasen si no convendría racionalizar el gasto, eliminar estructuras administrativas inútiles y, sobre todo, no hacer un uso partidista de los impuestos.