En Sant Josep celebran que una tradición como el belén viviente en el día de Navidad no se pierda y continúe cosechando éxitos año tras año.
El párroco Josep Lluís Mollà explica que los catequistas del pueblo son los encargados de dar forma a este belén viviente, probablemente uno de los más antiguos que se organizan en la isla. Según cree, comenzó a escenificarse en los años 80.
Los actores principales son los niños y jóvenes que acuden a las catequesis, tanto para recibir la Comunión como la Confirmación. Durante la representación, el coro parroquial de Sant Josep interpreta también varias piezas como los villancicos más tradicionales.
Pastorcillos, pequeños ángeles o los Reyes Magos de Oriente, nadie falta en esta gran representación. Tampoco los vecinos del pueblo que llenan el templo de Sant Josep.
Durante la Misa de Navidad, el belén comienza justo en el momento del Evangelio con la lectura de textos de San Mateo y San Lucas relativos al nacimiento del niño Jesús, la anunciación a los pastores y la visita de los Reyes. Una narradora, Júlia Martí, va relatando la historia e introduciendo a los personajes.
Estos jóvenes actores tratan de memorizar los textos, aunque, para evitar sobresaltos de última hora, algunos sujetan entre sus manos un papel con las frases que deben decir en voz alta.
«En ocasiones es más fácil encontrar a los pastorcillos que a quienes quieran representar a otros personajes, sobre todo si tienen que hablar», comenta Mollà.
El belén empieza a prepararse a comienzos de diciembre, según explica. El sacerdote, que lleva ya dos décadas en la parroquia, reconoce que este belén viviente es una bonita forma de acercar a los más pequeños el misterio de la Navidad «puesto que se puede visualizar y nos transporta incluso a los orígenes del teatro».
El párroco recuerda que en 2020 no pudieron llevar a cabo la representación debido al Covid, mientras que el año pasado las numerosas restricciones complicaron la puesta en escena. De hecho, en el belén de 2021 hubo menos personajes y los actores tuvieron que llevar mascarilla.
«Después de la misa, todos nos felicitamos las fiestas y es una alegría, más después de todo lo vivido durante el Covid», concluye.
Mollà observa desde el altar toda la representación en la que un bebé del pueblo protagoniza al Niño Jesús. María Francisca como Virgen María, Pep como San José o María como el ángel anunciador, son algunos de los grandes actores que dan vida al belén viviente de Sant Josep.