Este lunes por la mañana la Academia de Gastronomía de Ibiza y Formentera ha hecho entrega de los premios de su tercera edición correspondiente al año 2022. En el acto, además, se ha nombrado como académicos natos a los nuevos alcaldes elegidos en las últimas elecciones, siendo Rafa Triguero, alcalde de la ciudad de Ibiza, «el único que ha asistido al evento y ha aceptado presencialmente su nombramiento», han puntualizado desde la organización.
Los premiados
Paco Budia, chef del restaurante Etxeko de Martín Berasategui ubicado en Santa Eulària des Riu, ha sido premio a la relevancia gastronómica. El joven cocinero, de 33 años, ha conseguido la primera estrella Michelin para el restaurante de Berasategui en la isla. Una apuesta del cocinero vasco que está dando sus frutos y que ha convertido a Etxeko en uno de los locales imprescindibles de Ibiza. El chef no ha podido asistir al acto y ha sigo Carmen Matutes, subdirectora general de Palladium, quien ha recogido el premio de manos de Carmen Ferrer, alcaldesa de Santa Eulària.
Iñigo Rodríguez ha recibido el galardón al mejor chef que aúna innovación y tradición. Actualmente es chef ejecutivo del JW Marriott Madrid. Se le ha reconocido por su manera de fusionar la cocina tradicional ibicenca con la innovación y la creatividad. Iñigo lleva más de 15 años trabajando en diferentes cocinas de la isla pitiusa, dando protagonismo al producto local con una revisión actualizada en sus preparaciones. El premio se lo ha entregado Rafa Triguero, alcalde de Vila.
S'Espartar ha sido premiado como mejor restaurante de cocina tradicional. Es uno de los templos de la gastronomía ibicenca tradicional, abierto desde hace 39 años, en el que se prima la calidad de los productos, el cuidado en su elaboración, y el manejo del tiempo para dar la cocción perfecta en cada uno de los platos. Juan Manuel Costa, director general de Turismo del Consell de Ibiza, ha entregado el premio.
Nudo se convirtió en la sorpresa en 2022. Por ello, se le ha concedido el premio de innovación culinaria. Un restaurante que aporta, a la gran oferta gastronómica de la isla, una cocina de producto excelente, sencilla y fresca. «Con platos elaborados con la mínima intervención posible, pero con una ejecución excelente», han puntualizado desde AGIF. Pedro Vidal, director general de cultura del Govern de les Illes Balears, ha sido quién ha entregado el premio.
Sa Caleta, abierto 365 días
Este año los académicos han querido premiar el excelente servicio que ofrece Jordi Cardona en el restaurante familiar que dirige, Sa Caleta. Un local de cocina tradicional marinera que abre 365 días al año y que siempre están dispuestos a mostrar las posibilidades de la gastronomía bien elaborada. Alfonso Rojo, presidente de PIMEEF, ha entregado el galardón.
Por otro lado, también desde la Academia de Gatsronomía de Ibiza y Formentera han querido reconocer la labor de la Cofradía de Pescadores de las Pitiusas, desde hace unas décadas dividida en la de Ibiza, Sant Antoni y Formentera, que ha cumplido 100 años de historia. Un sector que evoluciona día a día, ofreciendo un producto local de máxima calidad a través del sello «Peix Nostrum», realizando una pesca sostenible en el Mediterráneo. Este premio ha sido entregado por Vicent Marí, presidente del Consell de Ibiza.
Cocina Tradicional
El presidente de la Academia, Pedro Matutes, ha animado a seguir trabajando para cuidar el patrimonio gastronómico, manifestando que «desde las administraciones, las instituciones y el sector tenemos que fortalecer y poner en valor nuestra gastronomía y nuestro producto local. Para los restaurantes que trabajan con el recetario tradicional cada vez es más difícil encontrar reemplazo en la cocina. Está en peligro de extinción por falta de personal. Si en cada generación que pasa siempre se pierden recetas y usos culinarios, sería más grave aún que dejaran de existir restaurantes, como alguno de los que hoy hemos premiado, en los que podemos degustar lo mejor de la cocina tradicional».
Además, ha añadido que «la cocina tradicional y el producto local son patrimonio cultural, natural y animal. Su pérdida sería irremplazable. En Ibiza se está trabajando de manera óptima para preservar los productos del campo y del mar. Y la mejor manera es consumiéndolos. Bien pues ha llegado el momento de poner en valor nuestra cocina, como echo diferenciador, como sabor auténtico de lo que somos. Ibiza se está convirtiendo en una de las capitales gastronómicas de nuestro país, por la altísima calidad de sus profesionales, por la amplia oferta que tenemos, pero si perdemos o diluimos nuestra tradición, habremos perdido nuestra esencia que es la que nos hace ser únicos».