«Ya llegan los Reyes Magos» y con ello la temporada de comer el dulce típico de esta época: el roscón de Reyes, un dulce que acompaña las mesas de los días 5 y 6 de enero desde hace décadas. Este postre se puede conseguir en muchas pastelerías, las cuales siguen la receta tradicional, pero cada una le dará el toque del chef para hacerlo único.
Gonzalo González Martín, propietario de La Canela desde 1986, sabe muy bien que este producto lleva un tiempo prepararlo, por lo que desde hace años que para la semana de Reyes trabajan en su pastelería sin parar para que todos puedan llevarse su roscón a su casa y disfrutarlo con la fantasía que envuelve este día. «En un día podemos llegar a hacer unos 500 aproximadamente, más no podemos, no nos da tiempo», cuenta González, quien apunta que cuando abrió su negocio hacían unos 35 roscones y actualmente ya van por cerca de los 200 durante estas fechas.
Y un buen roscón es especial por sus ingredientes, que en este caso González indica que el agua de azahar es lo que destaca a este postre. «Todo parte de una masa que hacemos que es tipo brioche, pero muy enriquecido, puesto que en este caso lleva más cosas. A parte de la mantequilla, el azúcar, los huevos y la leche lleva esencia de azahar, que es muy importante», explica el pastelero. A esta masa también le agregan ralladura de naranja y de limón, además de alguna que otra esencia, pero no pueden faltar las frutas confitadas que lo caracterizan, ni tampoco las almendras troceadas por encima.
«Siempre dicen que quien encuentra el haba paga y el que encuentra el rey, es el rey de la fiesta, es la tradición», cuenta González, quien añade que antiguamente el roscón se vendía sin nada, solo la masa con la fruta y la almendra y se mojaba en chocolate o café, pero que ahora casi todo el mundo lo pide con relleno.
Nata, nata trufada o crema son los tres rellenos, como los tres Reyes Magos, que la gente pide para endulzar su roscón. El pastelero cuenta que ellos tienen preparado el relleno, pero que no lo añaden al roscón hasta el momento en el que el cliente lo pide. Además, ellos trabajan por encargo o en directo, por lo que si algún cliente no tiene reserva, se puede llevar uno sin problema.
Según cuenta González, el día de la cabalgata es el que más pueden llegar a vender y pasar más tiempo en la tienda, puesto que durante la ruta muchos deciden pararse a comprar un roscón. «Ese día nunca se hace suficiente», puntualiza.
En cuanto a los precios, el dueño de La Canela precisa que son tres diferentes: 12 euros el pequeño, 24 euros el mediano y 36 el más grande. Por otra parte, apunta que si se quiere relleno hay un plus, según el tamaño: tres euros el pequeño, seis el mediano y ocho el grande.
Diferentes preparaciones
A la hora de preparar el roscón, los ingredientes son los mismos, pero desde Can Vadell cuenta que ellos dejan reposar la masa antes de ponerse a hornear. «La masa lleva mantequilla, huevo, aceite, agua de azahar y ralladura de limón. A continuación mezclamos todos y amasamos para después hacer unas bolas que se convertirán en círculos», detalla Vicent Clapés, uno de los socios de esta pastelería, que en 2023 cumplió cien años.
En cuanto al relleno, apunta que lo ponen en función del gusto del cliente, aunque los más típicos son nata, crema y chocolate.
En su caso, los roscones los venden bajo demanda, pero también tienen expuestos a partir de este 4 de enero para aquellos que no tienen su reserva hecha. «Vendemos entre 420 y 450 en estos dos días de Reyes», menciona Clapés.