Tras una dura jornada laboral marcada por la lluvia y el frío, sus majestades de Oriente, Melchor Gaspar y Baltasar, llegaron la tarde de este sábado al pueblo de Sant Joan para despedir las fiestas Navideñas de este año. Decenas de niños y niñas acompañados por sus respectivas familias esperaron pacientemente la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por su comitiva, con sus pajes reales, al pueblo del norte de la isla. Precedidos por la estrella de Navidad, los tres Reyes Magos llegaron al pueblo de Labritja montados un sus Citroën 2CV, azul el de Melchor, amarillo el de Gaspar y de color naranja el que sirvió de carruaje a Baltasar. Sus majestades de Oriente recorrieron la calle principal del pueblo regando a los niños y niñas con constantes y abundantes lluvias de caramelos.
Tras dos vueltas completas al núcleo del pueblo, la parada definitiva de la comitiva real de los magos de Oriente fue en la misma plaza de Sant Joan. Allí mismo, Melchor, Gaspar y Baltasar recibieron el cariño de los niños y niñas que se acercaron a despedirles y agradecerles los regalos recibidos, a la vez que se comprometieron a portarse bien el resto del año. Sin embargo, la dura jornada de trabajo de los magos de Oriente provocó algún olvido respecto a los regalos programados que sus majestades pudieron subsanar en el mismo pueblo de Sant Joan, entregando en mano algunos de los regalos que todavía quedaban por repartir.
La fría y festiva tarde del día de Reyes en Sant Joan pudo subir la temperatura gracias a la chocolatada organizada en la misma plaza del pueblo. Mientras, los más pequeños del pueblo también pudieron disfrutar de un taller de pinta-caras para recibir a sus majestades de Oriente de la manera más divertida.