Cuando lo tradicional se mezcla con nuevas propuestas en el mundo de la artesanía, el resultado bien puede ser la Feria del Puig de Missa de Santa Eulària que este domingo celebró su vigésima segunda edición. Con un día espectacular, fueron muchos los que se animaron a recorrer este bonito enclave para descubrir oficios casi perdidos como el de 'espardenyera'.
Fiel a la cita, Antonia 'Gibert' mostró también a todos los visitantes el arte de 'filar llana', una práctica a punto de desaparecer si no fuera porque, gracias a algunos cursos, jóvenes de la isla han aprendido la técnica. «Con la vergüenza que pasaba yo las primeras veces que venía a la feria vestida de payesa», comentaba Antonia, quien fue ataviada con el traje tradicional hasta que cumplió los 30 años. En es Puig de Missa señaló que «no es nada difícil encontrar la lana porque yo tengo diez ovejas, aunque lana ibicenca buena queda poca».
Paseando por la feria, la alcaldesa Carmen Ferrer celebró el buen ambiente matinal al ser además «una de las citas más tradicionales de las fiestas de Santa Eulària». Francesc, ebanista de profesión, acudió a Es Puig de Missa por segunda vez mostrando los baúles tradicionales que él mismo ha confeccionado, iguales a los que las familias ibicencas poseían años atrás. Según el artesano, si las cajas estaban apoyadas sobre patas con cinco dedos tallados, es que el comprador era de buena casa y tenía más dinero para gastar en ese artículo.
Ana y Verónica, de Catalinas Ibiza, participaron también por segunda vez en la feria de Santa Eulària mostrando sus joyas de plata y oro inspiradas «de manera muy sutil» en la 'emprendada' ibicenca. Según explicaron, para su firma quisieron elegir un nombre de mujer muy ligado a Ibiza «y toda familia de la isla tiene a una Catalina en casa, que además es un nombre muy bonito».
Dos años después de fundar su marca, comentaron que no suelen participar en otros mercadillos, aunque la feria artesanal de Santa Eulària es un fantástico escaparate para dar a conocer sus trabajos que, además, son sostenibles puesto que utilizan plata reciclada y no emplean ácidos, entre otras acciones.
Muchos aprovecharon también el día para visitar el Museo Etnográfico de Can Ros, de celebración al cumplir 30 años de existencia. Su directora Lina Sansano destacó que en todo este tiempo «hemos crecido mucho y queremos seguir haciéndolo» y animó a la gente a descubrir «la exposición tan bonita» que ha organizado el Museo sobre la joyería tradicional ibicenca. Lo cierto es que quienes visitaban la muestra, comentaban después aquello que más les había llamado la atención, coincidiendo la mayoría en destacar las joyas más antiguas que se exponen en Can Ros, algunas con siglos de historia.
En uno de los 65 puestos de la feria, y mientras hacía nudos para un mantón de payesa, Carmen Núñez, presidenta de la Asociación de Artesanos de Sant Antoni, destacó que suelen participan siempre en la cita de Santa Eulària exponiendo los trabajos de todas sus socias, desde bolillos a trapillo, pasando además por prendas tradicionales.
En el puesto de María Ferrer, los visitantes podían encontrar acuarelas y dibujos hechos con tinta china protagonizados por hombres y mujeres con la vestimenta típica ibicenca. Esta joven ofrecía la posibilidad de adquirir 'mandalas payeses' para colorear en casa.
En el marco de la feria, se conocieron los ganadores del concurso de 'vi pagès'. Bartolo Clapés se convirtió este año en el vencedor, seguido por Juan Torres y Pedro Marí. El Ayuntamiento destacó que todos los caldos ganadores eran vinos tintos y explicó que en esta ocasión se habían presentado 11 productores, menos que otros años por culpa de las torcaces que han provocado que se reduzca la producción. Las motos y vehículos clásicos, los 'dimonis', artistas participando en el concurso de pintura o la colla de Es Broll, no faltaron tampoco en una de las citas más esperadas de las fiestas de Santa Eulària.