Las calles de Vila se llenaron este domingo de decenas de niñas y niños engalanados con sus trajes de Primera Comunión para participar en la procesión del Corpus Christi, una celebración con la que la Iglesia católica pone en valor el sacramento de la Eucaristía, según resaltó en su web el Obispado de Ibiza y Formentera.
Muchos ciudadanos, sin embargo, desconocían que la custodia de asiento llevada en esta procesión es la más antigua de las conservadas en España. Se trata de una pieza gótica de plata dorada «muy conocida y singular». Esta joya fue creada en 1.399 por Francesc Martí y en ella son visibles los punzones o marcas de la ciudad de Palma que atestiguaban la calidad de la plata utilizada en su fabricación.
Misa solemne
La celebración religiosa del Corpus comenzó con la misa solemne oficiada en la Catedral por el obispo Vicent Ribas. Al igual que el pasado año, todo el suelo del templo se había llenado de herba de Sant Ponç que desprendía un fantástico aroma, lo cual animó a muchos fieles a elaborar pequeños ramos que se llevaron a casa. Otro elemento decorativo que llamó la atención fue la bonita alfombra que justo a la entrada de la Catedral confeccionaron las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado utilizando para ello sal tintada con diferentes colores. En esta alfombra, que en Corpus anteriores se creó también en la plaza de Sant Elm, podían verse motivos religiosos como un gran cáliz. Las monjas encargadas de su elaboración necesitaron cuatro horas para dar forma a este bonito adorno. En su homilía, el obispo recordó que el día del Corpus es también el día de la Caridad y destacó la importancia de educar a los niños en la fe y que éstos reciban por primera vez a Cristo a través del sacramento de la Comunión.
Tampoco las cofradías faltaron a la celebración, así como sus agrupaciones musicales. Una vez acabada la misa, este año la custodia fue trasladada en procesión hasta la iglesia de El Convent realizando los participantes las tradicionales paradas frente a los altares levantados durante el trayecto. Los niños y niñas apostaron una vez más por la tradición en sus trajes de Comunión: bonitos vestidos blancos para ellas y trajes y pajaritas para ellos, además de algún que otro pequeño con uniforme militar.
Lucas y Marc fueron dos de los niños que recientemente comulgaron por primera vez y que ayer participaron en la fiesta del Corpus. También Julia quien, a punto de cumplir diez años, explicó lo bien que se lo había pasado aquel día hasta que demasiadas chucherías le sentaron mal y no pudo acabar de celebrar su fiesta como a ella le hubiera gustado.
Con un bonito vestido blanco y rosa, esta guapa niña quería que ayer nada le estropeara la fiesta del Corpus Christi. Varios miembros de la Asociación de Paraguayos de Ibiza acudieron a la misa luciendo sus coloridos trajes regionales. Un año más, este acto religioso congregó a centenares de personas que abarrotaron, primero la Catedral y después las calles de Dalt Vila, para participar en esta celebración.