La exposición ‘La escopeta del fuoco', abierta en el MACE desde el pasado día 13, recibió este viernes una visita guiada por su autor, Santi Moix (Barcelona, 1960). El artista explicó su obra al nutrido número de asistentes que no quisieron perderse las explicaciones de la obra de Moix en primera persona.
De esta manera, en el patio de armas del Mace la directora del museo y comisaría de la exposición, Elena Ruiz, presentó al artista con una poesía de Enrique Juncosa. «Una poesía muy bien elegida porque refleja a la perfección lo que está sucediendo en el mundo de la plástica», subrayó el artista argumentando que «se está perdiendo la idea en el arte de observar la naturaleza».
«Ilusionar, hacer que disfrute y estimularle para que piense», ese es el fin que el autor asegura que persigue a la hora de plasmar su arte donde subrayó que «intento siempre no copiarme a mí mismo».
Moix habló del momento en el que comenzó a pintar flores y de su simbología en torno a «la condición efímera de la vida o sobre su fugacidad, al mismo tiempo que los ayuda a ver hasta qué punto es imprescindible el universo vegetal para sustentar la vida».
«Todos los grandes maestros de la Historia del Arte han acabado pintando flores de una manera u otra», añadió el artista. «Las flores unen a todo el mundo, independientemente de la edad, el color o el sexo: se emociona igual un abuelo que un niño cuando le regalas un ramo de flores» quiso subrayar Moix para reivindicar que «esto es algo muy necesario en el mundo de hoy en día».
Moix también explicó a las cerca de cuatro decenas de asistentes un momento crucial en su trabajo, «cuando llegó el momento en el que me olvidé de que estaba pintando flores y entré en mi mundo onírico y darle un porqué a cada una de las flores que pinto».
Más allá de la simbología de su obra, Moix también explicó ciertos aspectos técnicos de su método de trabajo y de los materiales que le permiten «pegar y despegar la obra de galería en galería sin que, al quitarla, se arranque media pared». Unos materiales y una técnica que el artista comparó con «los dibujos animados ‘El lápiz mágico' en los que el protagonista dibujaba cualquier cosa que quería y se materializaba».
La exposición permanecerá abierta en la Sala de Armas del MACE hasta el próximo 15 de noviembre.