Durante un tiempo, la localidad de Santa Eulària aparecía en mapas de la época con el nombre de ‘Sant Hilari’ e incluso ‘Saint Hilaire’. El origen de esta particular confusión puede descubrirse en el artículo dedicado a la toponimia de la isla en el siglo XVIII a cargo del director de la revista ‘Eivissa’, Enric Ribes. El número 75 de esta publicación fue presentado ayer viernes en la sede del Institut d´LEstudis Eivissencs.
«Llegamos a los 75 números y tenemos ya una trayectoria larga y, además, últimamente siempre publicamos dos revistas al año, con artículos muy interesantes y originales y que tocan todos los temas. Es digno de tener en cuenta», consideró Ribes, quien resaltó el «gran trabajo» que hay detrás de cada número.
Sobre su investigación en relación a la toponimia del siglo XVIII en la isla de Ibiza, el director de la revista recordó que su objetivo es estudiar la evolución del dialecto a través de la toponimia. En aquel periodo, y a partir de la Guerra de Sucesión, se llevó a cabo la forzosa castellanización de todos los nombres, «incluso los más ibicencos, produciéndose cosas algo cómicas», comentó.
Entre las curiosidades detectadas por Ribes, el investigador relató cómo, principalmente en las zonas rurales de la isla, la letra ‘a’ no se pronunciaba cuando se encontraba al final de muchas palabras. Por tanto, el nombre de Santa Eulària pasaba a ser ‘Santa Eulàri’ o la palabra ‘història’ se pronunciaba ‘histori’. Curiosamente, este fenómeno se mantiene en nuestros días.
«Creo que es influencia de los repobladores, casi todos procedentes del Rosellón, donde también tienen esta particularidad. El problema es que al hablarse de ‘Santa Eulàri’, los cartógrafos extranjeros comenzaron a entender ‘Sant Hilari’, por lo que el error empezó a aparecer en muchos mapas de los siglos XVII y XVIII. Los cartógrafos se copiaban unos a otros, así que es habitual encontrar este error en 10 o 12 mapas», reconoció.
El escritor Bernat Joan, colaborador en la revista ‘Eivissa’, destacó la importancia de presentar este número, que coincide además con el 75 aniversario del Institut d´LEstudis Eivissencs. «Es ya un bagaje importante», afirmó.
Con un artículo dedicado al ‘neoprovincianismo’ que afecta a muchos sectores de la sociedad, Joan rechazó el uso de términos anglosajones para sustituir palabras propias de otras lenguas. «Por aquello de que hace moderno o lo que sea, hay gente que habla del ‘weekend’ en vez del fin de semana o de hacer el ‘check in’ para referirse al registro en un hotel. Es difícil frenarlo y está bien que la gente conozca estos términos, pero otra cosa es que los use habiendo palabras propias de una lengua para referirse a algo», manifestó Bernat Joan.
Sobre la revista, el autor consideró que es una publicación «que ya ha dejado marca» debido a su volumen de producción y, sobre todo, a su contenido. «Combina muy bien la parte científica con la creativa», destacó.
Artículos sobre un estudio antropológico de un asentamiento romano o sobre el romance popular ‘El rosario y la baraja’, se incluyen en el número 75 de la conocida publicación del Institut d´LEstudis Eivissencs.