El proyecto del futuro Centro de Patrimonio Cultural Inmaterial Ses Nou Rodades ya ha salido a licitación por un importe de 7,6 millones de euros. El inicio de las obras está previsto para después del verano, con un plazo de ejecución estimado de 18 meses. El objetivo es que se convierta en un espacio emblemático para la conservación, investigación y transmisión del patrimonio cultural inmaterial de la isla.
El acto ha contado con la participación de representantes institucionales, responsables del diseño del proyecto y entidades vinculadas a la cultura tradicional. El presidente del Consell, Vicent Marí, ha subrayado que se trata de «un proyecto muy ilusionante, tanto para las administraciones como para los colectivos culturales». Según explicó, el centro ocupará una superficie total de 2.169 metros cuadrados, de los cuales 629 estarán destinados a zonas exteriores.
El futuro edificio estará ubicado en el entorno del hipódromo de Sant Rafel y ha sido concebido como una infraestructura «versátil y sostenible», con capacidad para acoger diversas actividades vinculadas al patrimonio inmaterial. Contará con salas polivalentes, espacios de formación, talleres de música y cerámica, salas expositivas, un auditorio, zona de archivo y espacios de alojamiento destinados a grupos visitantes que participen en encuentros o intercambios culturales. También se ha previsto una sala específica para la exposición y preservación de la cerámica tradicional.
La consellera de Cultura, Sara Ramón, ha destacado el carácter participativo del proyecto y ha agradecido a la Federació de Colles su implicación en la definición de las necesidades del sector. «Queremos que sea un centro vivo, útil, dinámico, que permita investigar, enseñar, compartir y alimentar la cultura popular», ha señalado.
En este sentido, David Calvo, arquitecto del proyecto, ha explicado que el diseño del edificio se ha basado en criterios de funcionalidad, flexibilidad y conexión con el entorno. El proyecto combina patios, zonas ajardinadas, porches y sombras con espacios interiores pensados tanto para el trabajo como para la convivencia. El nuevo edificio se inspirará en las iglesias ibicencas y se construirá con materiales tradicionales como la madera y la piedra, junto con vidrio, acero y aluminio como materiales contemporáneos.
Por parte de la Federació de Colles, su presidenta María Marí ha expresado su satisfacción por el avance del proyecto. «Llevamos muchos años reivindicando un espacio así, donde podamos preservar, enseñar y poner en valor nuestras tradiciones, música, bailes, oficios y gastronomía», afirmó.
El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, ha destacado que la ubicación en el núcleo de Sant Rafel permitirá acercar la cultura a más de 7.000 residentes del municipio y contribuirá a reforzar la identidad local. Además, ha valorado positivamente que el centro contemple no solo espacios de uso tradicional, sino también áreas dedicadas al aprendizaje de instrumentos y danzas propias de la isla.