El recuerdo en Ibiza a la gente del mar y el fervor por la Virgen del Carmen volvieron a emocionar ayer a las decenas de personas que no quisieron perderse la tradicional celebración en la parroquia de San Salvador.
Como en años anteriores, la imagen de la Virgen adornada con flores presidió la misa solemne que ofició el obispo Vicent Ribas. En su homilía, destacó cómo el mar es fuente de vida y alimento, así como un espacio de belleza y libertad que inspira a tantos artistas. Sin embargo, el mar es también «una fuerza impredecible y destructiva» que puede provocar separaciones familiares y grandes pérdidas, siendo además un símbolo de dolor y exilio, así como una sepultura «silenciosa» para tantas personas.
En este punto, el obispo recordó que en los primeros seis meses del año han sido hasta 30 los cuerpos aparecidos en aguas de las Baleares, siendo probablemente «víctimas de las pateras». Por ello, ante este dato «alarmante y doloroso», instó a sentir compasión y misericordia hacia los fallecidos.
Al finalizar la misa, y tras felicitar a los asistentes, Ribas señaló también que en Ibiza «vivimos del mar y por el mar», de ahí la importancia de la festividad celebrada este miércoles.
Ocho portadores, entre hombres y mujeres, miembros de las cofradías de La Piedad y del Santo Cristo Yacente, sacaron después a la Virgen en procesión, siendo también uno de los momentos más aguardados por centenares de personas que no sólo abarrotaron el interior de la iglesia, sino también las calles adyacentes a Sant Elm.
Con el recorrido habitual por la calle de la Virgen hasta el final del puerto, Nuestra Señora del Carmen fue después embarcada en el 'Ulises I' y navegó por el puerto de Ibiza presidiendo el tradicional homenaje a la gente fallecida en el mar.
Francisco fue uno de esos asistentes a la celebración recordando cómo desde bien pequeño asiste a esta fiesta marinera. Además de acudir a la misa solemne, ayer acompañó a la Virgen en la procesión y, tras ver cómo era embarcada, esperó en el puerto a que regresara. «Me dicen siempre que me suba a un barco, pero es que por tradición siempre la espero y me gusta ver cómo parte y cómo vuelve», comentó.
También Toñi, otra vecina de Ibiza, no faltó ayer a su cita anual con la Virgen del Carmen destacando cómo antes solía acercarse más a Sant Elm para participar en diferentes celebraciones puesto que sus tres hijas estudiaban en el colegio de monjas que existía justo al lado. Ahora, «sólo vengo a funerales y a esta misa», comentó.
El alcalde Rafa Triguero, junto a la Corporación municipal, así como las conselleras María Fajarnés y Carolina Escandell, entre otros políticos, asistieron también a la misa y posterior procesión.
Fue en 1943 cuando la 'Estrella de los Mares' procesionó por primera vez por la ciudad de Ibiza. Tanto tiempo después, este miércoles se evidenció que el fervor que despierta esta Virgen sigue intacto para decenas de personas.
La jornada finalizó en Vila con una fiesta marinera, además del concierto de la Banda Sinfónica Ciutat d'Eivissa en la plaza del Mercat Vell.