Dalt Vila vivió este sábado una nueva edición de la Nit del Patrimoni, una cita en la que vecinos y visitantes pudieron recorrer la ciudad histórica hasta casi medianoche y acercarse a sus museos y espacios culturales de una forma diferente. La jornada combinó visitas guiadas, exposiciones abiertas y propuestas artísticas pensadas para todo tipo de público.
Las visitas teatralizadas partieron a las 19.00 horas desde el Mercat Vell y fueron guiadas por Ángeles Martín, arqueóloga, y Raimond Torres, historiador. Ángeles explicó el recorrido en castellano y Raimon en catalán. Ambos llevaron a los grupos por calles y rincones de Dalt Vila, como Joan Román, la ermita de Sant Ciriac, el Carrer Major, la plaça de la Catedral, la Ronda de Calvi y Portal Nou. «La idea es que la gente entienda y sepa observar los restos históricos que tenemos visibles cada día», explicó Ángeles. «Muchos no distinguen lo que son murallas medievales o renacentistas, y con estas visitas pueden apreciarlo de otra manera», añadía. Durante el paseo, los participantes pudieron aprender sobre restos arqueológicos, murallas y la historia del recinto, mientras recorrían calles que a diario pasan desapercibidas.
Los museos y el archivo histórico también abrieron sus puertas en un horario diferente. En Can Botino, el Archivo Histórico mantuvo abiertas el refectorio y la sala de hijos ilustres hasta las 23.00 horas, mostrando piezas como un pequeño óleo sobre cartón de Ignasi Gil, un mapa de las Illes Balears de 1746 o un árbol genealógico de la familia San Noguera. También se pudo ver la última entrega de distinciones de Isidor Macabich, donadas por su hijo, y otras adquisiciones recientes que habitualmente no están accesibles al público.
El Museu d’Art Contemporani de Eivissa (MACE) ofreció una visita guiada a la exposición El present permanent, de Miquel Barceló, mientras que el Museu Puget abrió sus colecciones permanentes y la muestra temporal de fotografía de Mònica Craig.
En el claustro del Ayuntamiento se celebró la pieza de danza Retaule en dues parts, de Magdalena Garzón, con dos pases para facilitar el acceso. La propuesta incluyó audiodescripción y una visita táctil para personas con diversidad visual, una manera de que todos los asistentes pudiesen disfrutar del espectáculo.
La Nit del Patrimoni permitió que quienes participaron descubrieran rincones poco conocidos de Dalt Vila, recorrieran sus museos y se acercaran al patrimonio histórico y artístico de la ciudad de forma tranquila y amena. Para muchos, fue una oportunidad de redescubrir la ciudad y ver detalles que habitualmente pasan desapercibidos.