El otoño ya se ha asentado también en los puestos del Mercat Nou con la llegada de las primeras castañas de la temporada. Aunque aún escasas y a precios elevados, este fruto seco tradicional vuelve a ocupar un lugar destacado en los mostradores.
En el puesto de Frutas Catalina, Juanjo, uno de los vendedores habituales del mercado, explica que las primeras partidas proceden principalmente de Galicia y del Bierzo, zonas de referencia en la producción nacional. «Son casi todas gallegas. También algunas del Bierzo. Pero este año vienen más caras porque el verano ha sido muy seco», comenta. Según señala, los últimos años el clima ha cambiado notablemente y eso se refleja en la cantidad y calidad de las castañas.
«Normalmente, a estas alturas ya suele haber bastante género, pero este año cuesta más encontrar las buenas», explica el comerciante mientras revisa la mercancía recién llegada. Las mejores piezas, de buen tamaño y con el interior blanco y firme, «vienen caras». El precio más barato ronda los siete euros el kilo, aunque las buenas pueden alcanzar los 15 euros, ya que la escasez de origen impide ajustar los costes.
El tacto, el color y el peso son las claves para distinguir una castaña de calidad. «Las buenas se notan enseguida, pero hay que tener ojo. Por fuera pueden parecer iguales, pero por dentro se nota si están bien llenas», apunta Juanjo, que lleva años atendiendo a los clientes del mercado y conoce las particularidades de cada temporada.
A pesar del incremento en el precio, la demanda se mantiene estable. Las castañas, ya sean crudas, asadas o cocidas, son uno de los productos más tradicionales del otoño. Además de su sabor característico, ofrecen importantes beneficios nutricionales. La mitad de su composición son hidratos de carbono, contienen poca grasa y aportan menos calorías que otros frutos secos. Su alto contenido en omega 3 y 6 favorece la salud cardiovascular, mientras que el potasio, fósforo y magnesio contribuyen al cuidado de huesos y dientes.
Su preparación es sencilla. Basta con lavarlas, realizar un corte lateral y, tras un breve tiempo a remojo, se hornean a 200 grados durante unos 20 minutos. En el Mercat Nou, algunos compradores habituales ya se llevan las primeras bolsas para disfrutar de las primeras castañas asadas del año.
Mientras los campos del norte esperan lluvias que alivien la sequía, los vendedores ibicencos confían en que las próximas semanas lleguen partidas con mejor textura.
Sequía normal la q cae nonse recoge y se lanza. Sera por litros ultimamente podrian dar algo año próximo y bajar precios. Piensan con el nabo y no la.castaña