Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:

Este nuevo año olvida los propósitos y entiende por qué los anteriores no se cumplieron

Woman travel around the world with summer sunset beach freedom and relax life concept

|

Llega diciembre y, como cada año, hacemos balance. Miramos atrás y nos damos cuenta de todo aquello que queríamos cambiar y que no conseguimos mantener: hábitos de autocuidado, alimentación, movimiento, descanso, organización, tiempo para nosotros… Lo veo a diario en mis sesiones de coaching.

Es normal empezar enero con energía y motivación, llenos de listas y propósitos nuevos. Pero, a medida que pasan los días, el entusiasmo disminuye y los cambios se quedan a medio camino. Entonces surge la clásica promesa: «el año que viene sí».

¿Te sucede esto? Si es así, ¿quieres saber cuál es el motivo? Estás empezando por el lugar equivocado…El cambio no empieza en el hábito, el cambio empieza en ti.
Entender esto es el primer paso para romper el ciclo y aprender a sostener los cambios que realmente deseas en tu vida.

Cuando queremos cambiar algo solemos ir directos a la acción: qué rutina voy a seguir, a qué hora me voy a levantar, qué voy a comer, qué voy a dejar de hacer…

Pero los hábitos no existen por sí solos; forman parte de nuestra vida. Y si la vida no cambia, el hábito no se sostiene.

Por eso muchos cambios no se sostienen. Porque no miramos qué hay dentro de nosotros ni alrededor de nosotros que hace imposible mantenerlos.

Antes de proponerte otro hábito nuevo, te propongo parar y hacerte estas preguntas sobre hábitos que no logras integrar en tu vida:

• ¿Qué me impide sostener este cambio?
• ¿Qué emoción aparece cuando pienso en mantenerlo en el tiempo?
• ¿Qué parte de mi vida tendría que recolocarse para implementar este nuevo hábito?

Porque cambiar un hábito no es solo hacer algo distinto, es vivir distinto.
Por ejemplo, cuidarte puede implicar decir no a determinados planes, poner límites y dejar de estar siempre disponible.

Y ahí es donde muchas veces aparece el freno. En como impacta tu cambio de hábitos a tu entorno. Este es un punto clave del que casi no se habla.

Cuando tú cambias un hábito, no solo cambias tú. Cambia como te relacionas con los demás.

Si empiezas a cuidarte más, quizá ya no comes como antes con tu entorno, ya no sigues el ritmo de siempre, ya no te adaptas tanto, ya no dices que sí a todo.
Y eso incomoda, a ti y a los demás.

Por eso muchas veces se abandona el hábito, para evitar el conflicto que ese hábito trae consigo.
Cambiar implica recolocar relaciones, tiempos y expectativas. Y eso da más vértigo que seguir igual.

Para que un nuevo hábito se integre de verdad, hay otros hábitos invisibles que también tienen que cambiar:

• El hábito de priorizarte.
• El hábito de escucharte.
• El hábito de no justificar cada paso que das.
• El hábito de sostener decisiones, aunque no gusten.

Si estos no cambian, el hábito ‘bonito’ no dura.
Cuando entiendes qué te estaba frenando de verdad, las cosas se van ordenando a tu alrededor, dejas de forzarte y entonces el cambio se va dando de manera natural y con menos esfuerzo.
Este final de año te invito a hacer algo diferente. No añadas más propósitos a tu lista y céntrate en entender por qué los anteriores no se quedaron. Pregúntate:
• ¿Qué tendría que cambiar en mi vida para sostener el hábito que deseo?
• ¿Qué conversaciones tendría que tener?
• ¿Qué límites tendría que poner?
• ¿Cómo me quiero sentir el próximo año, más allá de lo que quiero hacer y tener?

El cambio real no empieza en enero, empieza cuando te miras a ti y a tu vida con honestidad. Y cuando esa transformación interior ocurre, el hábito no se fuerza, se integra. Y también cambia tu manera de estar en el mundo.

Cuando te permites mirar dentro, entender qué te estaba frenando y decides recolocar tu vida para sostener ese hábito, una nueva puerta se abre. Y entonces…el camino empieza a mostrarse, con más coherencia y calma.

Si estás en ese momento de tu vida en el que sientes que algo quiere cambiar, pero no sabes por dónde empezar, estoy aquí para acompañarte en el proceso y llevar ese cambio a tu día a día, de una forma real y sostenible.

Porque cuando el cambio nace desde dentro, la vida —como tantas veces— empieza a abrir nuevas puerta y oportunidades.

¿Abrimos esta nueva puerta juntos?

Sin comentarios

No hay ningún comentario por el momento.

Lo más visto