La Fira Rural de Fruitera ha cerrado este domingo su primera edición con una segunda jornada marcada por la alta afluencia de público y por un programa de actividades que ha reforzado el carácter popular y participativo del evento. Todo ello pese a la amenaza de lluvia, que durante algunos momentos llegó a hacer amagos de materializarse en forma de ‘cuatro gotas’ rebeldes, sin llegar a empañar en ningún caso el desarrollo de la feria.
La jornada dominical ha contado, si cabe, con una mayor presencia de visitantes que la del sábado, un dato que confirma el éxito de convocatoria de esta iniciativa organizada por el Grup de Ball Tradicional de Santa Gertrudis, que durante todo el fin de semana ha conseguido implicar al pueblo y atraer a numerosos vecinos y visitantes interesados en la cultura rural ibicenca.
Uno de los puntos más concurridos del domingo ha sido el taller de elaboración de ‘orelletes’, que se ha desarrollado en el puesto de Can Rei y que ha despertado un notable interés entre personas de todas las edades. El taller ha permitido a los asistentes no solo participar activamente en la preparación de este postre tradicional, sino también conocer de primera mano la receta que se elabora en Can Rei, desde donde recordaban que «cada casa tiene sus propias variaciones de la receta».
Durante la actividad, los participantes han podido trabajar la masa, darle forma y conocer todo el proceso previo a la fritura. La receta compartida incluye dos kilos de harina de trigo, nueve o diez huevos (unos 450 gramos), un kilo de azúcar, 200 gramos de manteca de cerdo, 80 mililitros de licor de anís, seis de esencia de anís, diez de esencia de limón, 100 mililitros de zumo de naranja o leche, tres sobres de levadura y la ralladura de aproximadamente dos limones. Una vez estirada la masa y recortada con el molde, las ‘orelletes’ se dejaron reposar durante unos minutos para su fermentación, antes de que las responsables de Can Rei se encargaran de freírlas en aceite bien caliente, tras un previo paso por agua. El taller se convirtió así en uno de los grandes reclamos de la jornada, combinando divulgación gastronómica y participación directa del público.
La música y el baile tradicional volvieron a ser protagonistas pasadas las 12.30 horas, cuando el Grup de Ball Tradicional de Santa Gertrudis hizo sonar de nuevo la flaüta, el tambor y las castañolas en un recorrido por los distintos puestos de la feria. El pasacalles incluyó dos paradas destacadas, la primera en la plaza de la iglesia y la segunda en la plaza del pueblo, donde se ofrecieron sendas ballades ante un público numeroso que siguió con atención y aplausos las actuaciones.
Otro de los momentos más esperados del domingo llegó a la hora de comer, con la preparación de una gran ‘frita de porc’ para unas 500 personas, una de las citas gastronómicas más ambiciosas de toda la feria. La elaboración estuvo dirigida por Maria Roig, presidenta de la Colla de Santa Gertrudis, y volvió a poner de relieve la capacidad organizativa del colectivo y el papel central de la gastronomía tradicional dentro del programa de la Fira Rural de Fruitera.
Esta segunda jornada ha servido para consolidar el éxito de una feria que, durante todo el fin de semana, ha llenado Santa Gertrudis de puestos de artesanía, productos agrícolas, muestras de maquinaria antigua y moderna, fauna autóctona y propuestas gastronómicas, convirtiendo el núcleo del pueblo en un gran espacio dedicado a la cultura y las tradiciones rurales de Eivissa.
Con el respaldo masivo del público y una programación variada que ha sabido combinar divulgación, fiesta y tradición, la primera edición de la Fira Rural de Fruitera se despide dejando una valoración muy positiva y la sensación de haber nacido con vocación de continuidad dentro del calendario cultural y popular de la isla.