La Alianza por el Agua y Salvem sa Badia de Portmany organizaron el pasado sábado una salida didáctica a las desembocaduras de los torrentes de Buscastell y es Regueró. En la excursión participaron un total de doce personas, que tuvieron la oportunidad de observar diferentes elementos relacionados con el agua, tanto subterránea como superficial, así como la biodiversidad asociada a estos entornos y algunos elementos hidráulicos tradicionales, como una noria. El recorrido, asimismo, permitió a los asistentes comprender el papel fundamental que han tenido los torrentes en la formación del Pla de Portmany y su importancia histórica, agrícola y ecológica.
Esta actividad se enmarca en el proyecto de ciencia ciudadana ‘Agua y Biodiversidad’ que impulsa la Aliança per l’Aigua y que anteriormente había generado visitas a entornos como ses Feixes, ses Salines, el río de Santa Eulària o s’Estany Pudent de Formentera. Ejercieron como guías Enya Duran, educadora ambiental de la Aliança per l’Aigua; Jordi Serapio, naturalista, y Léa Leuzinger, coordinadora de Salvem sa Badia de Portmany. También se contó con la presencia y las valiosas aportaciones del geógrafo Vicent Prats Ramón, autor del trabajo ‘Aproximació a l'estudi de les inundacions del pla de Portmany des de 1940 i del risc actual d'inundació’, realizado en 2013.
Los guías profundizaron en el estado actual de los torrentes, muchos de ellos canalizados y cementados, y aludieron al impacto que esto tiene sobre la dinámica hidrológica, la biodiversidad y el medio fluvial. También se destacó la necesidad de renaturalizar los torrentes como medida clave de mejora ambiental y reducción del riesgo de inundaciones. Las aportaciones realizadas por Salvem sa Badia de Portmany estuvieron orientadas hacia los efectos del urbanismo en la zona y el recorrido de la red de saneamiento y sus puntos críticos, y además se compartió la cartografía de las zonas inundables de la bahía según el visor de la Infraestructura de Dades Espacials de les Illes Balears (IDEIB).
En el transcurso del paseo, los participantes pudieron comprobar cómo diversos edificios de la bahía hunden sus cimientos dentro del propio torrente des Regueró, a lo largo del Camí des Regueró, y cómo se sigue construyendo en plena zona inundable. Se informó también sobre las características de los tres torrentes que deberían desembocar en la bahía: es Regueró, Buscastell y sa Bassa Roja, aunque este último ya no llega al mar, como sí lo hacía originariamente, y de su presencia en la bahía sólo queda el nombre de la calle Torrent de sa Bassa Roja.
La vegetación en la desembocadura de la Bassa des Regueró ha crecido naturalmente, al quedar fuera de la actividad del tractor de limpieza de la playa, y su extensión podría ser más grande si llegara a juntarse con la desembocadura del torrente de Buscastell, en caso de que se dejara crecer. Los asistentes incluso se imaginaron un bonito paseo con pasarela de madera, junto a un entorno de vegetación de humedal en esta sección de la orilla de s’Arenal.
El encuentro, al ser una actividad de ciencia ciudadana, también se aprovechó para conocer y usar la aplicación iNaturalist, registrando algunas plantas de sa Bassa des Regueró. También tuvo un papel relevante en la excursión el impacto de algunas plantas invasoras y las grandes dificultades que tiene su erradicación. Entre ellas, las cañas, muy presentes al borde del torrente des Regueró, y las palmeras del género Washingtonia, cuyos plantines rompen el hormigón cuando crecen y también han alcanzado el perímetro protegido de la Bassa des Regueró. Esta especie es especialmente problemática porque segrega una sustancia que impide el crecimiento de otras plantas, invadiendo poco a poco todas las superficies. Sería relevante eliminar esas palmeras de la Bassa para que el problema no vaya a mayores. En el curso des Regueró se detectaron, asimismo, diversas plantas indicadoras de vertidos de fecales, como tomateras, lino o chía.
Otro de los hallazgos que realizaron los participantes fueron diversas tiras de plástico de las que lanza el establecimiento O Beach en sus fiestas veraniegas, que permanecen enganchadas a los árboles del Carrer de s’Embarcador, y un gran trozo de casco entre las orillas de s’Arenal y es Pouet, perteneciente a un barco encallado, realizándose la oportunidad denuncia a la línea verde.