La empresa Pitiusa de Ecología lleva desde el verano de 2013 ejerciendo labores de vigilancia y asistencia a fondeos en las aguas de Formentera, principalmente en la zona noroeste de la isla, así como en es Caló de s'Oli y sa Torreta.
Según el coordinador de las tareas, Iván Moreno, «nosotros disponemos de una embarcación y nos dedicamos a tareas de información y asistencia para indicarles dónde están las zonas de arena y para que no suelten el ancla sobre las praderas de posidonia a todos los barcos que llegan a la isla con intención de fondear en las áreas antes mencionadas desde el 1 de junio y hasta el 30 de septiembre».
En dicho período, este verano se han contabilizado 3.408 embarcaciones, 203 menos que el año pasado, debido en parte al mal tiempo de septiembre, que obligó a una disminución de fondeos en la zona noroeste pero que se incrementó en Llevant, área fuera de la jurisdicción de la empresa.
Con respecto a los fondeos sobre praderas de posidonia, estos han descendido con respecto a años anteriores por un incremento en la información y una mayor concienciación por parte de los patrones de las embarcaciones.
«Este año hemos informado a 368 embarcaciones sobre que su fondeo era incorrecto, la gran mayoría han pedido disculpas y se han situado en otros enclaves arenosos; y en unos pocos casos hemos tenido que recurrir a la Guardia Civil para que se levantaran las actas pertinentes por infracción», apuntó Iván Moreno, quien destacó que «el balance de este año es positivo, los patrones de las embarcaciones están cada vez más concienciados y agradecidos de este servicio, que no solo es gratuito sino que nos han comentado no existe en otros enclaves marinos».
La zona más conflictiva para el representante de la empresa es es Caló de s‘Oli, una bahía protegida cuando el viento es de sudoeste, y que muchas embarcaciones utilizan para estar al abrigo. «En esta zona hay habilitado un campo de boyas ecológicas instalado por una empresa concesionaria, pero también había muertos ilegales que en los últimos días fueron retirados y que hacían de efecto llamada, lo que generaba una confusión a la hora de fondear», apuntó.
Desde la puesta en marcha de este servicio en 2013, el número de embarcaciones no ha variado de forma sustancial, ya que en dicho año se contabilizaron 3.282 fondeos, en 2014, 3.605 y en 2015, 3.408.
Cada verano, Formentera recibe la visita de un parque náutico variopinto ya que a sus costas llegan desde veleros (algunos de ellos dignos de piezas de coleccionistas) hasta megayates que parecen bloques de edificios. Entre las embarcaciones más grandes que han visitado la pitiusa menor este verano se encuentran el Madame Gu de 99 metros de eslora, el YAS 1 de 142 metros de eslora y el Eclipse, una embarcación de recreo con 168 metros de eslora. El capitán de este último barco siguió «al pie de la letra» las instrucciones de los informadores de la empresa Pitiusa de Ecología y durante su estancia en Formentera fondeó a 40 metros en un área libre de posidonia, en zona de arena.