Formentera está presente este año en la ITB de Berlín integrada en el estand de la comunidad autónoma de Balears. Tal vez sea la menor de las Pitiusas la isla que más difícil lo tiene para llegar al público alemán, con una clase media «muy acostumbrada a trabajar con turoperadores», según explicó la Consellera de Turisme Alejandra Ferrer. Como la planta hotelera de Formentera no está preparada para cubrir los grandes cupos que exigen estos agentes, la balear del sur se ha especializado en «pequeñas agencias» que se dirigen a sectores «muy específicos» como el segmento de Turismo Sostenible, el deportivo o el cultural.
Ferrer recordó que el mercado alemán es el tercer principal emisor, después del nacional y el italiano, y que es «susceptible de venir a Formentera», por el clima y la oferta de naturaleza. Por ello, en Berlín se ofrecen los programas que invitan a visitar la isla en mayo y octubre aunque «por cercanía y conexiones» estos programas acaben siendo más atractivos para el mercado nacional.
Por otro lado, y como ya hicieran en Fitur, Formentera trae consigo el Save Posidonia Project, que mediante micromecenazgo y un calendario de actividades para recolectar dinero, pretende impulsar algunas acciones que ayuden a conservar «el tesoro de la isla». Ferrer recordó que el público alemán «es muy amante de la naturaleza» y confió que el proyecto les resulte atractivo.