El Hospital de Formentera ahorra en luz en un año un total de 28.915 euros adoptando una serie de medidas de consumo energético. De hecho pasó de un consumo de 833.035,99 kilowatios a 710.899,00 en un año. A efectos económicos, si en 2015 hizo un desembolso de 120.213 euros, en 2016 pasó a 91,3297 euros, con lo que se ahorró 28.915 euros en la factura de la luz en un año.
Las políticas aplicadas durante el año pasado han sido un apagón controlado de zonas para hacer desconexiones de los equipos de climatización manteniendo las temperaturas establecidas por las zonas. Otra de las medidas aplicadas ha sido la de la instalación de equipos autónomos a zonas específicas, como rayos y extracciones que comparten una bomba de climatización con zonas comunes del hospital con baja utilización y, además, se ha instalado aire independiente en el gimnasio. De tal modo que estas instalaciones permiten no encender una bomba de calor que asume el 30% del consumo diario los meses de marzo, abril, mayo, octubre y noviembre.
El Hospital de Formentera está estudiando, además, otras opciones para el ahorro energético y económico como es el caso de la sustitución de la caldera eléctrica por una de biomasa que, según el hospital, podía estar amortizada entre tres y cinco años. También se plantean ahorrar con la desconexión de equipos informáticos que se quedan conectados las 24 horas y no se utilizan durante todas esas horas. «Hemos de tener en cuenta que el equipamiento del centro fue renovado en 2016 por lo que los equipos de última generación tienen tiempos de inicio muy cortos que permiten estar desconectados sin afectar a la actividad asistencial», explica el subdirector de Gestión del Hospital de Fomentera, Antonio Sanz, en esta propuesta. De hecho, cada equipo consume 350 watios en estado de reposo y poniendo en marcha la desconexión de los equipos, el ahorro anual sería de 12.322,13 euros o un 10,25% anual.
Además de la reducción de los gastos económicos, el Hospital de Formentera subraya que ha supuesto un ahorro importante en emisiones de CO2.