Los vidrios de la biblioteca de Sant Francesc completamente destrozados y numerosas paredes y mobiliario urbano repleto de pintadas, entre ellos la escoleta de sa Miranda. Es parte del balance de daños que dejó en diversos puntos de Formentera una noche de Halloween marcada por los actos vandálicos.
Ayer, los vecinos de la isla expresaban su indignación, ya que los ataques también causaron daños y desperfectos en casas y coches particulares. Los vecinos reclamaron una mayor presencia policial.