Una finca de ganaderos en la zona de es Cap de Barbaria, en Formentera, volvió a sufrir ayer un nuevo ataque de perros a su ganado. En total, siete animales perdieron la vida: cuatro ovejas y tres corderos de un total de once ejemplares adultos y seis jóvenes.
A pesar de que no se tienen pruebas, por las características del suceso los dueños del ganado consideran que el ataque pudo producirse «por un mínimo de dos perros» en un periodo que abarcaría desde la madrugada hasta el amanecer del miércoles. De hecho, las ovejas estaban en diferentes zonas y durante el ataque se han derribado muros y puertas, lo cual confirmaría un elevado nivel de violencia en el suceso.
Otros ejemplares del ganado sufrieron heridas superficiales que no han llegado a desgarrar sus tejidos. Sin embargo, las lesiones producidas obligan ahora a someterles a un tratamiento de antibióticos y medicación.
Tal y como explicó la veterinaria de l'Associació de Ramaders de Formentera, Marisa de Benito, «ahora todo el trabajo se centra en las curas para que las heridas no evolucionen más». Según de Benito, pese al tratamiento, hay ovejas que están en cinta y su embarazo puede sufrir complicaciones derivadas de los ataques: «Los animales están muy asustados, puede que aborten o que el parto y las crías no salgan correctamente».
Más ataques
En 2018 en Formentera se contabilizaron unas 30 bajas de ejemplares de varias especies por sucesos similares y muchos de ellos fueron incluso denunciados. No obstante, a tenor de los resultados, las reclamaciones no suelen prosperar.
Marisa de Benito fue muy crítica con algunos dueños de perros que, a su parecer, no son conscientes de los daños que pueden llegar a provocar si, al andar los canes sueltos, llegan a producir casos como este. Además, alertó del peligro de que los ejemplares que han atacado en alguna ocasión tienden a repetirlo posteriormente, por su instinto depredador.
Al mismo tiempo, de Benito también señaló que «hay gente a la que se le han escapado sus perros y han hecho verdaderos destrozos como éste, pero han tomado la determinación de tomar medidas para que no vuelva a suceder». Sin embargo, destacó que todavía existe «un amplio número de gente con perros que piensa que los perros pueden estar libres y sueltos» y que «sabiendo de casos que son recurrentes, sigue habiendo falta de interés por parte de muchos propietarios».