La consellera de Salut, Patricia Gómez, descartó ayer que el Hospital de Formentera contara con una resonancia por el volumen de trabajo. «Una prioridad para Formentera es comprar un ecógrafo o un TAC», contestó ayer la consellera a una pregunta de la diputada del grupo parlamentario popular Virginia Marí. «Tener una resonancia magnética en Formentera no supondría una garantía de mejores servicios, sino todo lo contrario», ha añadido, explicando en el Parlament que la resonancia magnética es una técnica que requiere de mucha especialización y, como media, se hace una prueba cada tres días y se refirió en concreto a enero, como un mes en el que no se hizo ninguna resonancia de Formentera.
Gómez preguntó al PP si «es eficiente» comprar material y contar con especialistas para pruebas con poca demanda «o se hace demagogia, sin ninguna evidencia».
Según la consellera, el Govern ha demostrado en los últimos años «muchísima preocupación» por las personas que deben desplazarse para recibir tratamiento, aunque el presupuesto es limitado y hay que priorizar en función de decisiones técnicas o científicas.
«Su menosprecio hacia las islas menores es calumniante», le dijo Virginia Marí, recordando que en su intervención de presentación de presupuestos aludió a la finalización de las obras del Hospital de Manacor, «el único hospital comarcal de Balears, que no tenía resonancia mágnética junto al de Formentera, que no la necesita», recordó. «Podía haber dicho que no contaba con fondos, pero con decir que no lo necesitan se queda tan ancha, encima en un momento en que el hospital de Formentera carece de cirujanos y en Ibiza, en Can Misses, hay uno en activo de los tres técnicos de Radioterapia», añadió Marí.
La consellera explicó que en su comparecencia «puse un ejemplo que quería explicar que no se pueden tener todos los servicios en un hospital comarcal».
Marí le preguntó acerca de «cómo piensa recuperar la confianza de los formentereses» y le pidió «más prudencia en sus declaraciones, que pida disculpas por sus comentarios, dejen de jugar a médicos y enfermeras y se dediquen a gestionar».