El Consell de Govern de Baleares aprobó ayer la reducción del número de trayectos en barca entre Formentera e Ibiza como medida cautelar para contener la propagación del Coronavirus. Las conexiones navieras quedan en servicios mínimos, con diez trayectos diarios de ida y diez de vuelta.
Eso permitirá llevar un control de las personas que llegan a Formentera, a las que «se trasladarán las recomendaciones generales y se aconsejará el aislamiento voluntario a las personas que vengas de zonas de riesgo», según manifestó ayer la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer. Esos controles se llevarán a cabo «con otras administraciones y cuerpos de seguridad la información se trasladará a las autoridades sanitarias para que hagan un seguimiento», según dijo Ferrer.
Responsabilidad
Alejandra Ferrer pidió responsabilidad a los ciudadanos que han llegado en la última semana a Formentera, procedentes de zonas de alto riesgo como Barcelona, Madrid o distintos puntos de Italia y que «se pongan en contacto con la institución para trasladarles algunas recomendaciones y hacer un seguimiento de su estado de salud».
Para ello, han puesto a disposición el número de teléfono 971321087, al que estas personas pueden dirigirse.
Cierre de los negocios
Una de las primeras medidas que tomó el Consell Insular esta semana fue el aplazamiento de todas las actividades culturales y deportivas que supusiesen concentraciones humanas.
No hay ninguna duda que estas son el caldo de cultivo de los contagios y por ello lo mejor es evitarlas., Pero las concentraciones humanas se siguen produciendo en los bares, restaurantes y otro tipo de establecimientos «prescindibles».
Por ello la presidenta se dirigió ayer al sector hotelero y de restauración de la isla para recomendarles que «cierren sus establecimientos, sobre todo si no pueden cumplir con las medidas de contención recomendadas que son: higiene y limpieza continua de todas las superficies, limitar el volumen de personas y respetar la distancia de seguridad».
De hecho, ayer mismo, algunos locales tan emblemáticos como Sa Panxa en Sant Ferran o Can Toni en La Mola, anunciaron el cese de la actividad por «civismo y prevención» hasta nuevo aviso.
Primera necesidad
Los establecimientos de primera necesidad como los alimentarios, las farmacias y las gasolineras deberán permanecer dando servicio para garantizar el acceso a estos productos.
La presidenta aprovechó para pedir la responsabilidad de los ciudadanos y que «siempre que se pueda se esté en casa, se reduzca al máximo el contacto social y en el caso de necesitar salir, aprovechar para pasear por la naturaleza de la isla, allí donde no haya aglomeraciones».