El pasado domingo, Antonia Ferrer publicó en su perfil en Facebook un vídeo en el que denunciaba la situación que ha vivido su familia durante los últimos siete años con respecto a una obra denunciada por ellos en 2013. Una obra que ha llevado a cabo la Eléctrica Mibesa, en un principio sin licencia, y en el interior de la finca Es Vildu en la zona de Cap de Barbaria, que es propiedad de Antonia Ferrer. El objeto de la obra es el de llevar luz eléctrica a una casa construida en la finca vecina.
El vídeo-denuncia ha tenido una gran repercusión con cerca de 4.000 visualizaciones y numerosas interacciones y comentarios.
La historia
Resumir la historia de siete años en los que los Ferrer se han reunido con el Consell de Formentera, la abogada de la eléctrica y los propietarios en diversas ocasiones, no resulta fácil.
En este tiempo han presentado numerosa documentación certificando su propiedad y que el camino en el que se ha practicado la instalación «está en el interior de la finca y no es de uso público», como explica Antonia Ferrer.
Los Ferrer se quejan especialmente del trato que han recibido por parte del Consell, que «en este partido, como árbitro, ha estado desde el primer minuto con el otro equipo». Según cuenta Antonia: «En 2013 nos encontramos con una zanja en nuestro terreno, interpusimos una acción pública urbanística, advirtiendo al Consell que se estaba haciendo una obra ilegal en nuestra propiedad».
El conflicto se resuelve el pasado mes de junio «cuando recibimos una notificación del Consell de Formentera de que han declarado de interés general la obra denunciada y declaran público el camino por el que pasa la intervención, con lo que otorgan la correspondiente licencia de obras».
A los pocos días, tres excavadoras y diversos camiones se personan en el terreno, para finalizar la obra.
Antonia y su hermano Joan se muestran indignados y, además de poner en marcha los mecanismos jurídicos para defender sus intereses y la publicación en Facebook, Antonia confiesa a Periódico de Ibiza y Formentera que: «En Formentera tenemos miedo de hablar; todos sabemos que hay muchos abusos como éste, pero se critican a escondidas y nadie se atreve a denunciarlos públicamente. En nuestro caso, y para honrar a nuestros antepasados y los valores que nos han transmitido, queremos que esto cambie de una vez y seamos coherentes», concluyó esta vecina de la pitiusa menor.