Vecinos de la zona de sa Roqueta, un enclave urbano todavía a medio desarrollar dentro del Parque Natural de ses Salines en Formentera, denuncian el «abandono» al que tiene sometido este enclave el Consell Insular y de la falta de limpieza ya que, si bien los camiones de basura pasan por la zona a retirar el contenido de los contenedores, no hay ningún otro de servicio de limpieza en el lugar.
Además, según explican, al tratarse de un área turística cuenta con mucha afluencia de vehículos, lo que provoca en determinados momentos que el aparcamiento sea caótico «sin que haya ningún tipo de control por parte de las autoridades».
Sa Roqueta es una unidad de actuación que se desarrolló en una primera fase y de la que queda todavía una segunda fase por ejecutar. Una segunda fase en la que, en un principio, debería quedar toda la urbanización creada con su pertinente regulación.
Sin embargo, según señalaron desde Sa Unió, «el Consell lleva años diciendo que se va a ejecutar esta segunda fase y aún no ha hecho nada al respecto», destacó el conseller Javier Serra. De hecho, insistió en que desde la máxima institución insular «tienen abandonadas zonas turísticas como sa Roqueta, Ca Marí y Riu La MolaMaryland, además de residenciales como ses Bardetes que hace años que está pendiente de su Plan Especial de Reforma Interior (PERI)». «Desde que gobiernan comprometen actuaciones, pero hasta la fecha siguen igual de abandonados», subrayó Serra.
Desde el Consell Insular, por su parte, destacaron que sa Roqueta está ahora mismo pendiente del desarrollo de una unidad de actuación por parte de los propietarios, que implicará la cesión de terrenos a la institución y el desarrollo urbanístico por parte de los propietarios.
Asimismo, recordaron que la zona urbana «está delimitada, con lo que no hay riesgo de que los vehículos estacionen en la zona natural. En caso de que algún vehículo estacione en algún lugar fuera de la zona habilitada, se procede como en el resto de núcleos: sancionando y retirando el vehículo si es necesario», recordaron desde el Consell de Formentera.