Mourad Akaârir (Xaouen, 11 de septiembre de 1965) es profesor de Biología en la UIB y un reconocido investigador del comportamiento del sueño en los humanos. Este profesor ha impartido este viernes en Formentera la charla titulada Dormir bien, vivir bien para inaugurar la Universitat Oberta per a Majors (UOM).
—¿De qué modo influye le hecho de dormir bien o dormir mal en nuestra vida?
—Existe una estrecha relación entre el sueño y el estado general de salud física y psicológica de una persona. Un buen descanso nos permitirá estar más activos, tener más capacidades psicofísicas y disfrutar completamente del día a día. No obstante, una mala calidad del sueño hace que nos sintamos cansados, rindamos menos, nuestro estado de ánimo se altera y con el tiempo si no corregimos nuestra higiene del sueño, podemos acarrear problemas de depresión, engordamos, nos contagiamos con facilidad, envejecemos antes, podemos tener accidentes, riesgo de infarto, alzheimer, cáncer y la lista es muy larga. En definitiva un buen descanso favorece nuestro desarrollo personal y mejora nuestras relaciones y contribuye a nuestra felicidad.
—¿Le damos poca importancia a la calidad de nuestro sueño?
—Muy poca importancia y eso es un grave error, ya que como he dicho repercute sobre nuestra vida diurna mucho más de lo que pensamos y sobre nuestra salud a corto y largo plazo.
—¿Qué es lo que entendemos por dormir bien?
—Se trata simplemente de dormir de manera adecuada las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño-vigilia. Un sueño insuficiente de mala calidad de manera sistemática favorece la aparición de enfermedades que tienen un amplio impacto tanto social como económico.
—¿Qué pueden hacer las personas que duermen mal para cambiar esa tendencia?
—En primer lugar, si el problema es físico o fisiológico, por ejemplo ronquidos, apneas o el síndrome de piernas inquietas o cualquier otro trastorno del sueño, deben acudir a una unidad del sueño para hacer un estudio. Pero si no se padece ninguna patología relacionada con el sueño, necesitan una buena higiene del descanso. En este sentido, se debe establecer un horario de sueño regular, debemos acostarnos y levantarnos siempre a la misma hora, incluso los fines de semana y las vacaciones. Debemos evitar tomar alcohol y cualquier bebida estimulante, cenar como mínimo dos horas antes de irse a dormir y evitar las pantallas luminosas en la cama; hay que olvidar el móvil, la tablet o el ordenador para ir a la cama. Esta actividad influye mucho en lo que llamamos la hormona de la oscuridad, que es muy importante para nuestro organismo. Debemos tener una vida activa físicamente, pero no debemos realizar ejercicio intenso más allá de las 19.00 horas, para ir poniendo nuestro organismo en ‘modo sueño'.
—¿Y la siesta?
—Las personas que tienen problemas de insomnio o mala calidad del sueño pueden utilizar la siesta de unos 30 minutos para compensar y evitar problemas con la tensión arterial o cardiopatias, además de aumentar la capacidad de concentración durante el resto del día.
—¿Cuantas horas debemos dormir?
—Se suele hablar en el caso de un adulto de entre siete y ocho horas, ésa sería una buena cantidad de horas de sueño, pero nunca debemos dormir menos de seis horas. Ahora bien, la cantidad de horas de sueño del ser humano está condicionada por factores que dependen del organismo, del medio ambiente y también del comportamiento de cada uno. La mejor forma de medir la cantidad de horas de sueño es midiendo la calidad de su vigilia. Debemos dormir lo suficiente para que cuando estemos despiertos tengamos un nivel de alerta razonable. De este modo y teniendo en cuenta que cada persona es un mundo, cada uno debe decidir cuanto sueño necesita.