«Si crees en un modelo, desde las instituciones se puede hacer todo lo legalmente posible por apostar por ese modelo, y que no sea otro el que se te impongan». Así de tajante se mostró ayer Pablo Herráiz, concesionario de Quiosco 62, en una entrevista emitida por Radio Illa Formentera sobre el polémico concurso resuelto hace unos días por el Consell para adjudicar los chiringuitos playeros para los próximos años.
Herráiz insistió en que no se puede hablar de «esencia» en la isla de Formentera «si cada vez tenemos menos esencia y menos diferenciación con otros destinos turísticos». Una esencia que, entre otras cosas, da el hecho de que «todos me encuentran detrás de la barra».
El regente hasta la fecha de Quiosco 62 recalcó que es el propio Consell insular el encargado de redactar los pliegos del concurso, aunque en este caso, como en muchos otros, se lo encargara a una empresa externa. Insistió a su vez que son unos pliegos «legales», pero no «los adecuados si lo que se pretendía hacer era mantener a las empresas familiares». «A un técnico le tienes que decir la idea que quieres» para que pueda ejecutarla después en lo s pliegos, añadió.
Destacó a su vez en que Formentera se encuentra inmersa en la búsqueda de un modelo «cortoplacista», algo que han favorecido los fondos de inversión, «que están inflando el mercado».