El Consell de Formentera anunció este jueves la continuidad de los servicios de playas con los antiguos concesionarios, según aprobó este jueves la comisión de gobierno. La decisión, según explicaron, está avalada por los servicios técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente, los servicios jurídicos del mismo Consell y por el informe del catedrático de derecho administrativo de la Universidad Islas Baleares (UIB), Avel·lí Blasco Esteve.
Esta aprobación servirá para dar servicio a los usuarios de las playas mientras se resuelve el procedimiento de adjudicación de los servicios de temporada, que debe regir hasta el 2027, destacaron ayer desde el Consell de Formentera. Así, a partir de ahora la administración insular abre el trámite administrativo para firmar los contratos con los últimos gestores y poder ofrecer los servicios de playas «lo más rápido posible», sin precisar con más exactitud a partir de cuánto volverá a haber chiringuitos en la pitiusa sur.
Hay que recordar que, tras el concurso público de los kioscos de playa, Formentera ha recibido un «gran número de recursos», según indicaron, así como dos contenciosos administrativos contra dicha tramitación. Uno de los casos más extravagantes es el que hace referencia al kiosco de Cala Saona por el que se han ofertado 173.500 euros al año, siendo el precio de salida de 20.000 euros. El cambio en la gestión de los kioscos provocó en abril una gran concentración social no sólo de los actuales concesionarios sino de más población en general contra este concurso público y la decisión que había adoptado el Consell de Formentera.
A principios del mes pasado fue cuando trascendió que ninguna de las empresas que gestionaban hasta el momento los chiringuitos de playa de Formentera había logrado volver a ser la adjudicataria de una de estas concesiones de servicios de temporada en las playas de la pitiusa del sur. Esto generó una oleada de indignación que llevó, más tarde, a una protesta social.