Formentera será el campo de pruebas para la puesta en marcha en Balears de un sistema depósito, devolución y retorno de envases para favorecer el reciclaje en las islas. Los usuarios pagarán 10 céntimos por la compra de bebidas en lata o brick, que se les devolverán en metálico o mediante un tique descuento a través de máquinas especialmente habilitadas para ello.
La Conselleria de Medi Ambient publicó ayer la orden para iniciar el proceso de información pública de esta prueba piloto. El texto se encuentra en la web de Transparencia de la CAIB y los interesados disponen de 20 días para presentar alegaciones.
La iniciativa da cumplimiento a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados de las Illes Balears que, ya en su exposición de motivos, estipula que «el sistema de depósito, devolución y retorno es la opción más eficaz para luchar contra el abandono de residuos de plástico en el medio ambiente y en el mar». El artículo 28.7 estipula que «la puesta en marcha de un SDDR quedará supeditada a una prueba piloto de una duración mínima de un año»
Depósito, devolución, retorno
Los supermercados, tiendas y establecimientos de venta al por mayor que vendan bebidas, estarán obligados a participar en el sistema. Estarán exentos los establecimientos Horeca, comercios electrónicos y de venta a distancia.
Se cobrará un depósito de 0,10 euros por cada envase incluido en la prueba piloto. Los consumidores podrán devolverlos mediante las Máquinas de Venta Inversa (MVI) habilitadas por el gestor del sistema, en este caso la Conselleria de Medi Ambient i Territori, o bien podrán devolverlos directamente a cualquier establecimiento que decida realizar la recogida manual de forma voluntaria. Al devolver los envases vacíos obtendrán el reembolso del depósito.
La prueba piloto cuenta con un presupuesto de 500.000 € que aporta el fondo del Impuesto de Turismo sostenible (ITS). El objetivo principal es mostrar la viabilidad del sistema e implantarlo en las otras islas del archipiélago en caso de que los resultados sean positivos. Entre los objetivos específicos de la prueba se encuentran aumentar la recogida selectiva de los envases incluidos en el sistema, aumentar la calidad de los materiales recogidos y disminuir el abandono de los envases en el medio natural.
Se incluyen en la prueba piloto los envases de bebidas de acero, de aluminio, de plásticos y de brics con un volumen inferior a tres litros que se generen en el territorio de la isla de Formentera para los siguientes productos: agua, zumos y néctares (no lácteos), bebidas refrescantes y energéticas, sidras y cervezas.