Baleares y Formentera se sitúan como la región y el municipio más caro para comprar vivienda en septiembre de 2022 en España, según el informe trimestral que ha difundido pisos.com.
El portal ha detallado este lunes que Baleares encabeza el ranking trimestral con un importe medio de 3.605 por metro cuadrado y Formentera lidera la lista de municipios más caros del país con 9.849 euros por metro cuadrado.
En este sentido, las Islas se convierten en la autonomía más costosa del país con una subida interanual del 12,07% e intermensual del 1,55%, seguida de Madrid con 3.309 euros/m2 de precio de venta medio, País Vasco con 2.946 euros/m2 y Cataluña, que registra 2.577 euros/m2.
En concreto, Palma arroja el décimo incremento trimestral más alto de España con 2,86% y un crecimiento interanual del 11,46%, el cuarto más alto del país, con 3.662 euros por metro cuadrado en septiembre de 2022, en un ranking encabezado por Donostia-San Sebastián, que registra 5.696 euros/m2.
Respecto al resto de municipios, Muro, con 9,33%, fue el que más crece del país en el tercer trimestre, mientras que Lloseta desciende un 8,59% y se convierte en la novena localidad que más cayó de España.
Por el contrario, en la variación interanual, Sant Llorenç des Cardassar, con 26,95%, es el undécimo municipio español que más crece, mientras que Campos es el que más desciende de Baleares con una caída del 14,88%.
Vivienda de segunda mano
En cuanto a la vivienda de segunda mano en España, en septiembre de 2022 registra un precio medio de 1.962 euros por metro cuadrado y arroja una subida trimestral del 1,84%. De un año a otro, el aumento fue del 6,02%, mientras que el repunte mensual fue del 0,57%.
«La vivienda de segunda mano ha prolongado su comportamiento al alza en el tercer trimestre del año, pero es de esperar que con las recientes subidas de tipos de interés que ha puesto sobre la mesa el Banco Central Europeo, la recta final del año traiga consigo una ligera desaceleración», ha explicado el director de Estudios de pisos.com, Ferran Font.
Así lo ha indicado Font, que ha añadido que «el residencial se ha movido en márgenes de subida contenidos si se toma como referencia la inflación, por una demanda muy activa en busca de oportunidades».
«La posible llegada de una recesión económica limitará el empuje de un mercado que, ante unas hipotecas más caras y unos compradores más centrados en el ahorro, bajará el ritmo», ha previsto el director de Estudios.
Por último, Font ha insistido en que «esta ralentización no se repartirá de forma homogénea» en todas las zonas de España y que los desequilibrios de densidad de población entre regiones también serán apreciables «cuando la curva de los precios se invierta».
«Hemos sido testigos de cómo determinadas capitales han colocado sus precios en niveles previos a la burbuja, mientras que otras todavía guardan una distancia importante. Las ciudades más potentes apenas variarán, mientras que otras sí tendrán recorrido a la baja», ha concluido.