Los residentes en Formentera consideran que alargar la temporada turística conlleva el peligro de provocar una mayor saturación y masificación en la Isla y defienden la regulación de la entrada de excursionistas.
También, creen que el turismo provoca más impactos negativos que positivos, especialmente en el territorio y medio ambiente, y además creen que los precios son «desorbitados» para la gran mayoría de ciudadanos, sobre todo en vivienda y en la cesta de la compra.
Son conclusiones reflejadas en el Observatorio de Datos de Formentera. Según informó ayer el Consell de esta isla, este pasado miércoles se celebró una sesión extraordinaria del Consell de Entidades de la Isla. La presidenta insular, Ana Juan, celebró tras el encuentro que se abra un proceso participativo, conociendo además datos del barómetro que les ayudarán a tomar decisiones. Dichas medidas estarán relacionadas con la protección del territorio, el medio ambiente o el litoral, entre otras cuestiones. Sobre el Observatorio de Datos, la vicepresidenta y consellera de Turismo, Alejandra Ferrer, explicó que precisamente se presentaron los datos en el Consell de Entidades para abrir un debate contando con la información necesaria para adoptar decisiones.
En total, se han realizado 671 encuestas a residentes y, entre otras cuestiones, los encuestados han destacado que los salarios en la Isla son bajos y que la estacionalidad turística provoca falta de trabajo o servicios fuera de temporada. El acceso a la vivienda, el transporte público, la sanidad o el servicio de limpieza se valoran de manera deficiente. Los residentes critican además el aumento del tráfico en temporada, así como el incivismo turístico por parte de una minoría de visitantes.
En la encuesta se refleja que cambiar la oferta turística podría crear una demanda que perjudique el equilibrio y la calidad de vida del residente. A través del estudio, los residentes han considerado importante seguir fomentando la movilidad sostenible, así como la regulación de la entrada de excursionistas