El pleno del Consell de Formentera aprobó ayer el presupuesto más alto de la institución insular con el apoyo del equipo de gobierno de Gent por Formentera - PSOE y la abstención de Sa Unió. Las cuentas para 2023 ascienden a 38.410.000 euros y son un 13,52 % superior al de 2022, que era de 33.835.500 euros. El conseller de Hacienda y Economía, Bartomeu Escandell, explicó que desde los primeros presupuestos del Consell, en 2008, han tenido una evolución al alza, ya que empezó siendo de 21.663.000 euros.
En la sesión plenaria también se aprobó, con los votos a favor del equipo de Gobierno de GXF-PSOE y la abstención de la oposición, la actualización del proyecto de servicios de transporte regular y de uso general de viajeros por carretera a la isla de Formentera. Según explicó el consejero de Movilidad, Rafael González, «la actual escalada de precios ha hecho necesaria la actualización de los costes del proyecto de servicios para incrementarlo en un 8,2%».
Rafael González precisó que el nuevo servicio previsto contará con nueve líneas, mientras que en la actualidad existen cinco, dos serán para todo el año y siete para la temporada. «Comunicaremos todos los pueblos, el puerto, los equipamientos sociosanitarios, las playas y las principales zonas de interés turístico», según añadió el conseller. La empresa que obtenga la concesión deberá tener10 autobuses, más uno de reserva (minibuses y midibuses), que se adaptarán a las características de Formentera. Cabe destacar que la oferta actual se duplicará y se prevé un aumento de usuarios del 31%.
Por otra parte, también se aprobó el estudio de viabilidad del contrato del servicio público de transporte colectivo de viajeros de la isla de Formentera. El coste total de los 10 años de contrato público será de 20,5 millones de euros, se prevé que los ingresos por tarifa sean de 8,5 millones de euros (40% del presupuesto) y el Consell de Formentera aportará 12 millones de euros euros (60% del presupuesto). «De esta forma redefinimos el servicio, que hasta 2019 no tenía financiación del Consell, para adaptarlo a las necesidades actuales de la isla y eso tiene un coste económico, que vale la pena asumir por el servicio que se va a dar y los beneficios medioambientales, turísticos y sociales que comportará», según el conseller.