Un total de cuatro palmeras tuvieron que ser destruidas el pasado año en Formentera debido al picudo rojo, frente a las 117 eliminadas en 2015.
El Consell de Formentera ha recordado que la poda de especies sensibles al picudo rojo como las palmeras se suele realizar en los meses de enero y febrero.
En este sentido, el conseller insular de Medio Rural, Josep Marí, ha agradecido a la población la colaboración de estos últimos años, recordando que en 2013 se llevó a cabo en Formentera la primera destrucción de palmeras debido a esta plaga. En 2015, año de máxima prevalencia, se tuvieron que destruir 117 palmeras afectadas. Así, según el conseller, se confirma la "evolución a la baja de la plaga".
El Consell ha recordado que las podas de palmera deben hacerse con autorización previa del área de Agricultura. El objetivo de la medida es la protección de los ejemplares de palmera podados y la correcta gestión de los residuos generados en la planta de transferencia de la Isla.
También ha explicado que en las podas de plantas sensibles deben seguirse diversas indicaciones, como podar solo hojas secas y que los cortes sean limpios.
En caso de que se detecte la presencia del picudo rojo, hay que informar al área de Agricultura para seguir el protocolo oficial de actuación.