El exconseller de Promoción Económica y Administración Insular del Consell de Formentera, el popular José Alcaraz, ha anunciado este lunes que estudia presentar una querella «por difamación» contra el presidente de la institución, Llorenç Córdoba. La reacción de Alcaraz obedece a que el presidente declaró este lunes en una entrevista con Ràdio Illa que Alcaraz habría «presionado» al secretario de la institución, Ángel Custodio, y a técnicos y letrados para que firmaran informes en contra de cuestiones promovidas por Córdoba.
«Es increíble que no aparezca por el Consell en toda la semana y solo se dedique a hacer entrevistas radiofónicas teniendo la institución bloqueada», ha denunciado Alcaraz, «y en esas entrevistas lo que hace es mentir en todo». El también presidente del PP formenterés y ahora portavoz de Sa Unió en el Consell ha calificado de «demencial» la acusación de Córdoba. «Está en una escalada que no es positiva para nadie», ha señalado Alcaraz, quien, además, ha insistido en que las «mentiras» del presidente son fácilmente desmontables.
La sospecha
En una entrevista con Ràdio Illa, Córdoba ha asegurado este lunes, por otro lado, que la «estrategia» de Sa Unió pasa ahora por paralizar totalmente la institución insular. Algo que, según ha explicado este lunes en una entrevista en Ràdio Illa, lograrían al presentar los siete consellers con responsabilidad de gobierno su dimisión «en bloque» pero sin abandonar sus actas. De este modo, sospecha Córdoba, todas las competencias retornarían a la Presidencia del Consell y sería él el encargado de asumir la gestión de todas las áreas de la institución. Algo a todas luces imposible.
«Si han de hacer algo», ha afirmado, «es dimitir y renunciar al acta. Dimitir y pasar al presidente todas las responsabilidades es una estrategia más para que yo no pueda trabajar. Es Sa Unió la que provoca esta situación».
Sobre Alcaraz, además de acusarle de estas supuestas presiones, ha afirmado que tanto él como el resto de consellers de Sa Unió, con los que se supone que gobierna, convocan reuniones sin avisarle para, después, acusarle de no haber participado en esos encuentros.
La situación que vive el Consell de Formentera es ahora mismo muy complicada. Córdoba gobierna sin el respaldo de los consellers de Sa Unió, quienes, además, no mantienen con él ningún tipo de relación. Y el cese de Alcaraz ha provocado, entre otras consecuencias, que sea imposible convocar la Junta de Gobierno, por la que pasan las decisiones más importantes de la institución. Una situación que el presidente no ha aclarado del todo si podrá o no solventarse. Córdoba sí ha señalado que él tiene «un plan B» porque «la situación es absurda». Y ha subrayado que, si se demuestra que las acusaciones lanzadas por Sa Unió contra él no son ciertas, «tendrán que dimitir». «Alcaraz dice que lo está pasando mal», ha añadido, «imagínese yo, que llevo tres meses aguantando cosas muy rastreras, provocaciones, que no se pueda hacer el trabajo… Hay unas acusaciones falsas. A Alcaraz todo el mundo le conoce y sabe qué métodos utiliza».
Sobre la posibilidad de alcanzar él mismo un acuerdo para gobernar con los partidos de la oposición, Córdoba ha señalado que él no cierra «la puerta a nadie». Pero también ha dejado claro que los ciudadanos votaron por el cambio, a favor de Sa Unió y de él como candidato. El presidente ha admitido que en estos momentos el Consell de Formentera «no funciona bien» porque no hay «equipo». Y ha lamentado que se hayan filtrado informaciones en contra de su trabajo como la asistencia a la ITB acompañado de sus jefes de Presidencia y Comunicación, en un viaje que tendrá un coste para los formenterenses de 6.600 euros. Una filtración de la que ha responsabilizado a Alcaraz: «Es una filtración del vicepresidente del Consell, dejando mal a toda la institución. Es vergonzoso y es un ejemplo de todo lo que ha hecho Alcaraz. Yo soy muy señor y no voy a explicarlo todo. Filtrar un contrato para atacar al presidente. Pero la orden formal de contratar el viaje con esa empresa la dio Alcaraz. Tampoco se acordó de que la orden de contratar a Javier Negre fue de él. Fue un contrato que nos dieron a valorar desde el PP balear y que lo aprobó fue el presidente del PP de Formentera», según concluyó.