El ingrediente más importante de esta parrillada no era la carne, los condimentos, ni tan siquiera los asistentes. El elemento esencial de la reunión celebrada ayer en Sant Josep y que consiguió congregar a más de 500 personas era el espíritu de ayuda que les motivó a acudir a la ya tradicional cita organizada por Manos Unidas.
La comida en la plaza de la iglesia, enmarcada dentro del programa de fiestas del municipio, comenzó horas antes del convite con una eucaristía a las once de la mañana. Terminada la misa, el grupo de baile folclórico de la localidad puso la nota de color a una jornada dominical en la que, a partir de entonces, se sucedieron las rifas, los juegos, la música y timbas, con el objetivo de recaudar fondos para la institución humanitaria hasta bien entrada la noche. Además, se contó con las actuaciones del cantautor Vicente de la Once y Pep de la Torre.
El dinero obtenido de las actividades allí desarrolladas venía a sumarse a las 1.500 pesetas que debían pagar los asistentes así como al coste del viaje del autobús dispuesto por la organización para desplazar a los invitados. La cantidad total se destinará, tal y como señaló una de las responsables de la ONG, Francisca Marí Tur, «a los proyectos que se están llevando a cabo, así como a casos puntuales, por ejemplo los refugiados del conflicto de los Balcanes».