El recinto ferial de Eivissa se llenó para contemplar una peculiar adaptación que conjuga la fidelidad de los textos de Charles Perrault con apuntes de originalidad en sus adaptaciones musicales y licencias estéticas. De este modo la heroína del cuento representada por Míriam Díaz Aroca, baila salsa, canta y se acopla en un original y atrevido vestuario, a la vez que mantiene las virtudes y tradiciones que la han convertido en una de las protagonistas femeninas más queridas por los niños.
Fueron ellos precisamente los que disfrutaron intensamente con un asombroso montaje en el que destacaba un decorado fastuoso de enormes dimensiones, aderezado por 200.000 vatios de luz y otros tantos de sonido que lograron que el cristal de los zapatos brillara hasta la última fila. «Dirigida al concepto familia», según Luis Alvarez, protagonista masculino, director y productor de la obra, el reparto está compuesto por catorce actores y diecisiete técnicos que hacen posible que, durante una hora y media una de las grandes fantasías de todos los tiempos cobren vida en forma de canciones y baile.
Más de treinta representaciones a las espaldas y venticinco aún por afrontar dan fe del futuro de una historia que no ha perdido vigencia y cuyo colorín colorado se escribirá los días 26, 27, 28 y 29 de diciembre en el Palacio de Congresos de Madrid.