Las instalaciones de Can Pep Xico llevan abiertas un año y medio. La acogida ha sido buena, «aunque algo menor de la esperada», reconoce Antoni Serra, director-coordinador de la Xarxa d'Instalacions de Balears (XIB).
Desde hace un tiempo, los responsables de la XIB han estado analizando los resultados y se han planteado hacia dónde debe ir el futuro de este espacio, único en las Pitiüses destinado a las asociaciones juveniles o grupos de alberguistas. «Hay que añadir actividades, buscar un precio algo más barato y mejorar las instalaciones para que se afiance la oferta», comenta Serra. Algunas de estas medidas ya se han tomado y, de hecho, se ha reducido el precio de las 1.000 pesetas por persona y día que anteriormente costaba a las 800 actuales.
En un futuro inmediato, uno de los objetivos que se plantea la XIB es conseguir una casa en Formentera. «Sabemos que será difícil que tenga elevados niveles de ocupación, pero tiene que existir la posibilidad de ir a esta isla. Claro, luego habrá que estudiar como rentabilizarla, aunque no me refiero a los criterios económicos, sino a los sociales».
Otro de los retos que se plantea esta organización es adaptar Can Pep Xico para visitantes con algún tipo de minusvalía. Lo que se busca, explica Antoni Serra no es cumplir el expediente y las normativas, sino garantizar que la instalación estará preparada realmente para este tipo de visitantes.