E l mes de abril se identifica con el apogeo de la primavera. Aunque abril -en latín aperire- significa abrir y hace referencia a la floración de las plantas en esta época del año, en las Pitiüses, debido al clima caluroso, la primavera suele adelantarse un poco. Como comenta Bartolomé Escandell, presidente de la Asociación de Floristerías y Viveros de Eivissa y Formentera: «Aquí durante el mes de marzo, ya empieza la floración de muchas plantas». Las llamadas flores de primavera son, en principio, aquellas que no se cultivan, las que vemos en las lindes de los caminos: margaritas, lirios, calas, azucenas, cuniets...
Sin embargo, cada vez más, la demanda se diversifica y los residentes en la isla apuestan por todo tipo de flores, bulbos, arbustos y árboles; plantas que cultivan prácticamente durante todo el año. Para ello, los distintos viveros de la isla comercializan las plantas, ya arraigadas, en macetas. «Hace ya un par de años -comenta Vicente Cleries, gerente del vivero Eiviss-Garden- que servimos las plantas a punto de hacer flores. Antes sí que se vendían con raíz, pero, de cara a la jardinería, la gente busca que la planta le de, en el menor tiempo posible, flores o frutos». Este es un modo de alargar la época de la siembra de las plantas, lo que no puede alterarse es la época de floración de las plantas que, por antonomasia, se identifica con esta época del año.
Las estrellas de la primavera, además de las clásicas dalias, son las petunias, «ya que es un planta que da muchas flores y que, además, aguanta muy bien durante todo el invierno», explica Cleries.