Los sindicatos esperan que la huelga de autocares turísticos tenga «un seguimiento masivo» por parte de los trabajadores de Eivissa, según señaló ayer el secretario general de UGT en la isla, Diego Ruiz, quien, no obstante, confió en que «finalmente haya un acuerdo y los paros no lleguen a celebrarse, porque no son buenos para nadie».
Ruiz destacó que «los empresarios quieren desregularizar la jornada, quitar los descansos semanales y poder elegir el día libre de los trabajadores. UGT y CC OO exigen una reducción de la jornada y que los conductores puedan tener, como mínimo, 36 horas de descanso semanal. Además, también solicitan una subida de un 15 por ciento en los salarios y un mayor porcentaje de fijos y fijos discontinuos.
Desde el sector turístico se empieza a ver la convocatoria de huelga con preocupación, aunque «con la esperanza de que no llegue a celebrarse», según señaló ayer el presidente de la Asociación de Hoteleros de Eivissa, Gonzalo Miragall. «Esto queda fuera de nuestro control, por lo que esperamos que los implicados se entiendan», añadió.