Este año el día de Santa María -8 de agosto- se vestirá de fuegos artificiales «como nunca lo ha hecho hasta ahora». Esta afirmación procede de Juan José Gamón Mateu, director comercial de la industria pirotécnica Arnal, empresa que se encargará del castillo de fuegos artificiales. Gamón se trasladó ayer a Eivissa desde Palma -donde también están preparando un gran castillo-.
El presupuesto con el que contará la pirotecnia es de 4'3 millones de pesetas, lo suficiente para sufragar 3 toneladas de explosivos pirotécnicos. En total, tal y como explicó Gamón, se lanzarán unos 40 conjuntos diferentes. El cielo de Eivissa se llenará de todos los colores posibles durante 20 minutos, a lo largo de los que «ni durante un sólo segundo faltará el fuego en el cielo». Pero la principal característica de los fuegos artificiales que se celebrarán en Eivissa es que se montarán como un castillo acuático que combinará el fuego en el cielo y en el agua, de modo que podremos ver carcasas que tras explotar en el cielo vuelven a hacerlo justo antes de caer al mar.
La vedette del espectáculo, no obstante, será la fuente de Versalles: «Una línea de 300 metros que cae desde el cielo como una gran cortina de fuego y rematada con las clásicas palmeras o sauces», comenta el responsable de Arnal.