Instrumentos musicales, trajes tradicionales, espardenyas y esparto, son elementos que siempre han residido en el Museu Etnológic d'Eivissa i Formentera de Santa Eulària y que ayer cobraron vida propia. Xicu Bufí, María Cardona, Catalina y Vicenç Palarmet, han sido los encargados de ello gracias a cuatro talleres en los que estos artistas payeses demostrarán en directo durante semanas el presente de unas tradiciones que, desde hace cuatro años, se intentan retomar por parte de la institución cultural. Su presidenta, Lina Sansano, recalca el objetivo de la iniciativa como «un intento por recuperar el patrimonio, no sólo el palpable, sino también aquel que poseemos aunque de un modo más intangible». Son tradiciones, creencias y rituales, especialmente del ámbito rural, que renacen diariamente en las diversas exposiciones programadas de lunes a sábados en horarios de mañana y tarde. Repetir la experiencia cada temporada ha sido fruto, según la máxima responsable «del éxito de la misma» y sólo se interrumpe en invierno «dada la capacidad del recinto».
Uno de sus protagonistas, Bufí, muestra a curiosos y especialistas, el resultado de confeccionar tambores, castañuelas o flautas al estilo de nuestros abuelos. Utilizando cualquier tipo de maderas -aunque la más típica es el pino, ésta se rechaza porque precisa mucho tiempo para su secado, el sonido no es del todo bueno y tiene una baja resistencia- el artesano crea obras in situ para el deleite de propios y extraños. Las piezas están a la venta pero lo importante es hacer comprender «la pervivencia de una forma de trabajo dura y sencilla pero hermosa», según señala su autor. Y como él, María con ropas, Catalina y sus zapatillas o Vicenç diseñando piezas con fibras vegetales. Ellos son un resquicio de la historia pasada, un trozo de memoria que lucha por convertirse en una apuesta de futuro.