El servicio de Urgencias de Can Misses cuenta ya con las nuevas instalaciones después de la reforma iniciada a principios de año y que ha supuesto que «el personal sufra lo indecible», aseguró ayer el coordinador de Urgencias, Carlos Rodríguez Ribas. La constructora realizó anteayer la entrega de las obras ya finalizadas y a lo largo del día de ayer se realizó el traspaso del mobiliario. «Hemos pasado a un lugar nuevo y tenemos que intentar mejorar los fallos que hemos encontrado», señaló Rodríguez Ribas.
El coordinador se ha puesto en contacto con la dirección médica del hospital para solventar las deficiencias existentes. Urgencias necesita una sala para que las enfermeras puedan preparar la medicación y el material que ha sido prescrito por el médico, «un lugar físico para preparar un suero», señaló como ejemplo.
Otra de las necesidades del servicio es disponer de mamparas para separar algunos de los diez boxes «para tener una mejora en el trabajo y que el enfermo disponga de más intimidad», precisó. De los siete boxes que disponían antes de la remodelación se ha pasado a contar con diez, con la posibilidad de llegar hasta cinco más en el caso de que sea necesario.
El coordinador añadió, asimismo, que se encuentran pendientes de
conseguir el aparataje necesario para el servicio, como monitores y
un desfibrilador.
Entre las mejoras importantes previstas desde el punto de vista
organizativo se encuentra poner en marcha un sistema de triaje con
el que un médico valorará a los enfermos cuando lleguen al
hospital, con lo que se pretende mejorar los tiempos de espera.