La escasez de lluvias en las Pitiüses tiene en alerta a los servicios de extinción de incendios desde que comenzó el verano. Este está siendo el segundo año más seco de la década, superado tan sólo por 1995, cuando se registró el nivel de lluvias más bajo de los últimos veinte años. Durante los seis primeros meses de 1999 tan sólo han caído 64 litros de agua sobre Eivissa, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Meteorología.
El pluviómetro instalado en el aeropuerto de la isla registró 31 litros en enero, 13 litros en febrero y 11 en marzo. Abril, un mes tradicionalmente lluvioso, tan sólo dejó 3 litros en Eivissa. En mayo cayeron 6 litros y en junio no llovió ni un sólo día.
Esta cifra tan baja sólo fue superada en 1995, cuando se registraron las lluvias más escasas de la década: 34 litros durante la primera mitad del año. Para encontrar años de importante sequía ya hay que remontarse hasta 1983, cuando solamente cayeron 45 litros de agua sobre Eivissa.
Según destaca el director del Instituto Nacional de Meteorología de Palma, Agustí Jançà, la poca lluvia que ha caído este año «no puede considerarse como algo excepcional, porque en Eivissa la situación suele estar mal de vez en cuando» «Puede decirse -añade- que vivimos épocas se sequías periódicamente».
No obstante, Jançà reconoció que este verano «el peligro de incendios es muy grande, seguramente es de los años con más riesgo, por lo que hay que extremar precauciones».