César lleva, a los 26 años, la mitad de su vida ejerciendo de DJ. Actualmente trabaja en «Privilege», local con el que acaba de editar su tercer disco.
En él hay varias canciones que apuntan para temas de este verano como «Sky», «Sometimes» o «Like de sun». El trabajo se grabó en la península, a cargo de la compañía «Kidesol» de La Rioja (productora también de Pachá, Amnesia o Space), definida por Del Río como «la única que se atreve a apostar por la gente de Eivissa», una situación paradójica que justifica por «la sobreestimación de lo extranjero aquí en la isla. Actualmente está todo vendido a los promotores y es difícil hacer realmente lo que te gusta».
No obstante, él lleva desde su adolescencia entregado a una profesión que le ha permitido viajar y conocer lugares como Bruselas, Londres o Portugal, aunque por encima de todos destaca Brasil: «Estuve a punto de quedarme pero en la discoteca en la que estaba hubo incluso tiros y decidí regresar» afirma. Ahora, el epicentro de su labor pasa por el exotismo de Grecia, «donde se están haciendo cosas muy bonitas», señala.
Para ser un buen DJ sólo tiene un secreto: «oído y gusto», aunque personalmente le atrae todo tipo de música, con un único requisito: «que se entienda». El resto es responsabilidad de una público que no clasifica diferenciando entre españoles o extranjeros, «Creo que la diversión no depende de dónde venga uno sino de cómo se lo monte ». Sin duda, él no lo ha hecho nada mal por el momento.