Ya se repiten hasta cansar año tras año, verano tras verano, aquellas revistillas amantes de morbo y carnaza femenina que centran sus contenidos en la llamada «marcha ibicenca». Con títulos tan poco originales como: «¡Ibiza sex girrrls», o «Ibiza Xplosion», una de esas revistas de ámbito nacional como lo es Primera Línea, del grupo Z, presenta a sus lectores del número de agosto una desgastada guía para conocer los mejores lugares de ocio del verano ibicenco.
Cierto es que Eivissa se convierte durante estos meses de estío en la central de la guapura universal, todo el mundo lo sabe. ¿A caso no tiene Primera Línea más temas a los que referirse sobre la isla blanca del Mediterráneo? ¿Sólo importan aquí el sexo, la fiesta, las borracheras y las caras guapas que invaden la noche?
Pues parece que sí, y ése es el propósito de los editores de esta clase de revistillas. No se dan cuenta de que en la publicidad que hacen de los locales presentados en la guía también existen asuntos no tan bonitos: como puede ser la cantida de droga que consumen los jóvenes turistas en la isla, la cantidad de dinero negro que mueve el negocio de la noche, los problemas de tráfico que se originan para los habitantes de la isla. Son temas importantes pero obviados desde la Península. Cada año es lo mismo. Y la historia se repite. ¿No sería más conveniente hablar del turismo pasado de rosca que degrada Eivissa? No interesará.