No todo el mundo quiere parecerse a Claudia Schiffer. De hecho, muchas señoras se sienten felices con su peso, aunque la flecha de la báscula sobrepase los 70 kilos. Para ellas, y para el resto de mujeres que se escapan de los cánones de la belleza de las pasarelas, se han creado las tiendas de tallas especiales, que en el último año han proliferado en Eivissa a un ritmo sorprendente.
En ellas, se pueden encontrar vestidos, trajes o pantalones de tallas grandes, normalmente desde la 42 y la 64, como explica Paquita Guasch, la responsable de la tienda «Tallas», situada en la calle Extremadura. «Bastante tenemos ya con estar gorditas como para que, además, no tengamos ropa que ponernos», comenta con no poca sorna. En ciertas boutiques no existen tallas para personas gruesas. Además, si las hay, sólo son de dos o tres modelos, nunca de toda colección completa. «Tenemos el mismo derecho a sentirnos guapas que las delgadas», apunta Paquita, quien decidió montar este establecimiento cansada de no encontrar la ropa adecuada.
Los precios de los modelos no aumentan por ser más grandes y, además, se respetan las tendencias de la moda que marcan los diseñadores. Así, este otoño su escaparate se llenará de vestidos de color verde caza, rojo vino y gris, al igual que el resto de tiendas de moda.
Estas tiendas de tallas especiales siguen con asiduidad los desfiles que organizan en Madrid y Barcelona los diseñadores de estas prendas grandes. Paquita, además, vende en su boutique la ropa que fabrica su familia, dedicada desde hace tiempo a este mercado. «Aquí han llegado muchas chicas de 15 ó 16 años con un trauma grandísimo al no encontrar en las tiendas ropa que ponerse; ellas también quieren llevar vaqueros o camisetas», explica la responsable de «Tallas».