La diócesis de Eivissa y Formentera no quiere que la imagen turística de las Pitiüses se limite a la oferta de sol, playa y animación nocturna. Por esta razón, la Iglesia está estudiando la formación de una pastoral cuyo objetivo es lograr que los turistas que nos visitan acudan a también a misa y participen en las diferentes actividades religiosas.
«Desde la delegación pastoral del Turismo se ha previsto un plan para ver cómo se puede lograr que la gente que viene de vacaciones también tenga tiempo para encontrarse con Dios», explica el delegado diocesano, José Luis Mollá.
De momento, esta iniciativa es todavía embrionaria. Sin embargo, como explica el sacerdote Juan Miguel Planells, se ha confiado a un ciudadano alemán residente en Sant Joan la preparación de diferentes actividades con este motivo.
El tema de la puesta en funcionamiento de esta pastoral ya se trató en una pasada reunión de presbíteros, explica el delegado diocesano.
El campo de acción de esta pastoral sería, en principio, limitado a la diócesis de Eivissa y Formentera, aunque en el ámbito nacional ya se han puesto en marcha iniciativas similares a ésta: «Una campaña que ponga en marcha la diócesis de Madrid puede tener mucho éxito en esa comunidad, aunque quizá fracasaría en la sociedad pitiusa debido a que nos enfrentamos a otro tipo de realidad», indica Mollá.