Las avestruces de Juan Ferrer, Sitges, conviven diariamente en su granja de Sant Llorent con vacas, patos y gallinas. Ayer, no obstante, cambiaron de residencia y sus nuevos vecinos eran más que peculiares: unos cerdos vietnamitas. Ambos son las estrellas de una muestra, la II Feria Ganadera de Santa Gertrudis, en la que se han concentrado unos seiscientos ejemplares de diversas razas autóctonas de las islas como el buchón balear o la oveja ibicenca y procedentes de lugares tan dispares como Francia u Oriente.
Además de numerosas variedades de especies animales, en el recinto ubicado en el restaurante y local comercial Can Caus coinciden también asociaciones como la APOI (la Associacio de Productors d'Ovi d'Eivissa) o la Sociedad Cooperativa de Agricultores de Santa Eulària, que han aprovechado para darse a conocer entre la población y hacer gala de una actividad que tiene más importancia en la isla de la que a veces se cree.
Uno de los stands más curiosos fue el de los apicultores donde su presidente desde mayo, Antonio Penia, mostraba los secretos de un arte al que se dedican en la isla más de un centenar de personas, la mayoría de ellas como «amantes de la naturaleza y los animales», únicos requisitos imprescindibles apuntados por Penia para poder emplearse en él. A su lado, la entidad de columbicultura de las Pitiüses mostraba orgullosa como pregón al campeonato que celebrarán en breve siete de las diez razas reconocidas a nivel nacional.